Post by Club Fans Jaime Camil España on Jun 24, 2007 16:49:59 GMT 1
Según IMDB (Index Movie Data Base) el papel de Jaime en la película ya está confirmado... será Alfredo Lepera, letrista y amigo de Gardel.
¿Alfredo Le Pera como factor del suceso Gardel?
Autor y letrista, esquivo como pocos, siempre sostuvo un perfil bajo. ¿Cómo fue aquella asociación? Gardel-Le Pera ¿sólo autores de melodías como “Volver” y “El día que me quieras”? ¿Una corporación? ¿Una hermandad?
Un relevamiento descubre a Le Pera como un artista-empresario con ideas anticipadas a su época, intuitivo de modos de representación y producción de imágenes. Alfredo Le Pera, el artífice del «mythos» Gardel.-
TERRIBLE
Pese a su notoriedad, es poco lo averiguado sobre el áspero Alfredo Le Pera.
Nacido en Sao Paulo, Brasil, el 6 de junio de 1900, fue el segundo hijo del matrimonio de Alfonso Francisco de Paul Le Pera y María Sorrentino Moreno, después de Rodolfo, prematuramente fallecido. También fue hermano mayor de Elvira y José...
...El 24 de diciembre de 1927 debutó como coautor, junto al empresario teatral y cinematográfico Humberto Cairo, con la revista “La sorpresa del año” estrenada en el Teatro Sarmiento. Luego estrenó “Los modernos mandamientos”, escrita con Alberto Ballestero y D. Gainza, “¡Qué quieren los brasileños!”, “Piernas locas, rojas bocas”, “La vida se va en canciones”, “Está abierta la heladera”, “Ya están secando con Broadway” y “La plata del Bebé Torres”, escritas con Pablo Suero y Manuel Sofovich, “Ópera en jazz”, “Piernas de seda” y “Un directo al corazón”, con Antonio De Bassi, Antonio Botta y Carlos E. Ossorio y “Gran Circo Político”, con Hans Dierhammer, entre otras, destacándose “Melodías de arrabal”, con Suero y Sofovich.
Por entonces se habría involucrado con Carmen Lamas, vedette de la compañía de Enrique Santos Discépolo. También se involucró con una bailarina de la primera fila, Aída Martínez. Puestas las cosas así, Le Pera interrumpió su carrera en Medicina, en cuarto año, rompiendo relaciones con Vicenta. Aquello no sólo fue una jornada de duelo en la familia. También fue el comienzo de su carestía.
Según Jorge M. Couselo, Le Pera tenía fama de culto y antipático, buen lector y pluma suelta. Conforme a Jacinto Fernández ostentaba un carácter “un poco raro”; no era “excesivamente cordial” ¿Un hombre triste? “Taciturno” según Edmundo Guibourg. Era de estatura baja y fea voz. “Acomplejado” de acuerdo a Mona Maris. Con una expresión de eterno enojo conforme a Terig Tucci; “sus miradas de soslayo, con sus ojos grandes y saltones, aniquilaban”. Tenía sentido del humor, aunque “un poco oblicuo”. Le Pera hizo celebridad de mal bicho con talento; un “hombre terrible”. Libídine.
Su romance con Aída fue adquiriendo contornos trágicos. Había hecho una enfermedad de las vías respiratorias que solo fue agravándose. En 1927, Le Pera se la llevó a Europa en un intento por salvarle la vida en un sanatorio suizo. También estuvo en París acompañando al empresario teatral Mariano Hermoso. Tras una intervención quirúrgica, Aída falleció y Le Pera volvió a Buenos Aires.
En 1928 se vinculó al cine por medio de la empresa United Artists. Del teatro de revistas Le Pera se cruzó al cine de Hollywood.
...
En 1930 compuso la letra de su primer tango, “Carrillón de la Merced”, durante una gira por Chile con la compañía de revistas de Mario Bénard....
Como corresponsal del diario Noticias Gráficas, en 1931, Le Pera viajó nuevamente a París. Allí se involucró con una bailarina de ballet británica. Un romance, al fin, condenado por la distancia y los compromisos profesionales. Como corresponsal, entre Londres y París, Le Pera se entrevistó con Josephine Baker, René Clair, Marlene Dietrich y Alfred Hitchthingy. De igual forma estuvo en Roma y Berlín.
Conjuntamente se producía el encuentro de Le Pera con Gardel. Un mar de versiones lo rodea. A cómo de lugar, el “Dr. Livingstone, supongo” del cantante y el escritor, originó la corporación artística y profesional «Gardel-Le Pera».
Los hechos demostrarían una exquisita química entre ambos.
Mientras se filmaban sus películas, Le Pera planificó una gira por América latina. Una serie de recitales por Centroamérica, el Caribe y Sudamérica; el «spanish-speaking market». La gira, planificada en barcos, trenes y aviones, tuvo un final trágico. El 24 de junio de 1935 todos cayeron en el siniestro del aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, en el departamento de Antioquia, Colombia.
Para la leyenda del tango y como paradigma de la música popular latinoamericana, Le Pera quedó asignado como un refinado letrista. Tanto en los fílmicos como en los discos la firma Gardel-Le Pera desarrolló un repertorio aún vigente en la superficie virtual del cable, el vídeo y la red de redes. Está en CD’s y DVD’s. Como un contrasentido, por encubrimiento u ocultación, poco o nada se conoce del autor de este prodigio. Sólo se recuerda su carácter áspero. Al hombre «terrible».
Millones de admiradores de Gardel ignoran la contradicción de Le Pera. Sus pulsiones románticas en un cerebro clásico. Un artista capaz de batallar presupuestos y negociar contratos y de inducir sentimientos y emociones. Como cineasta anticipó actitudes contemporáneas. Algo flota en sus películas. Cierta substancia misteriosa. Una individualidad en las imágenes. ¿Dispositivo? ¿Fondo personalizado?
...
Es el suyo un cine culto y popular. Rebosante de literatura y de teatro, colmado -al mismo tiempo- de metáforas y armonías costumbristas. Contrasentido de melodrama sin moralina. ¿Autobiográfico? Hay algo existencial en sus intuiciones estéticas.
Atrae su cinismo ante el cumplimiento de la moralidad. Le Pera es escéptico del crecimiento moral. Su personaje vive en un mundo donde se funda una ética individual, donde los valores son otros, subjetivos o desembarazados. Si algo contrasta al cine gardeliano con la producción de la época es el desprecio por la moral burguesa, lo institucionalizado por costumbres societarias.
¿Quién no conoce las letras de sus canciones? “El día que me quieras” es inextinguible. Un hit permanente para cantantes y ejecutantes, eruditos o populares.
“Cine Gardeliano. Las películas de Alfredo Le Pera” comprende al cineasta. .. “Cine Gardeliano” sugiere esta presunción: Le Pera ¿autor del ícon, del «mythos» Gardel?
Fuentes: IMDB, Gardelweb
¿Alfredo Le Pera como factor del suceso Gardel?
Autor y letrista, esquivo como pocos, siempre sostuvo un perfil bajo. ¿Cómo fue aquella asociación? Gardel-Le Pera ¿sólo autores de melodías como “Volver” y “El día que me quieras”? ¿Una corporación? ¿Una hermandad?
Un relevamiento descubre a Le Pera como un artista-empresario con ideas anticipadas a su época, intuitivo de modos de representación y producción de imágenes. Alfredo Le Pera, el artífice del «mythos» Gardel.-
TERRIBLE
Pese a su notoriedad, es poco lo averiguado sobre el áspero Alfredo Le Pera.
Nacido en Sao Paulo, Brasil, el 6 de junio de 1900, fue el segundo hijo del matrimonio de Alfonso Francisco de Paul Le Pera y María Sorrentino Moreno, después de Rodolfo, prematuramente fallecido. También fue hermano mayor de Elvira y José...
...El 24 de diciembre de 1927 debutó como coautor, junto al empresario teatral y cinematográfico Humberto Cairo, con la revista “La sorpresa del año” estrenada en el Teatro Sarmiento. Luego estrenó “Los modernos mandamientos”, escrita con Alberto Ballestero y D. Gainza, “¡Qué quieren los brasileños!”, “Piernas locas, rojas bocas”, “La vida se va en canciones”, “Está abierta la heladera”, “Ya están secando con Broadway” y “La plata del Bebé Torres”, escritas con Pablo Suero y Manuel Sofovich, “Ópera en jazz”, “Piernas de seda” y “Un directo al corazón”, con Antonio De Bassi, Antonio Botta y Carlos E. Ossorio y “Gran Circo Político”, con Hans Dierhammer, entre otras, destacándose “Melodías de arrabal”, con Suero y Sofovich.
Por entonces se habría involucrado con Carmen Lamas, vedette de la compañía de Enrique Santos Discépolo. También se involucró con una bailarina de la primera fila, Aída Martínez. Puestas las cosas así, Le Pera interrumpió su carrera en Medicina, en cuarto año, rompiendo relaciones con Vicenta. Aquello no sólo fue una jornada de duelo en la familia. También fue el comienzo de su carestía.
Según Jorge M. Couselo, Le Pera tenía fama de culto y antipático, buen lector y pluma suelta. Conforme a Jacinto Fernández ostentaba un carácter “un poco raro”; no era “excesivamente cordial” ¿Un hombre triste? “Taciturno” según Edmundo Guibourg. Era de estatura baja y fea voz. “Acomplejado” de acuerdo a Mona Maris. Con una expresión de eterno enojo conforme a Terig Tucci; “sus miradas de soslayo, con sus ojos grandes y saltones, aniquilaban”. Tenía sentido del humor, aunque “un poco oblicuo”. Le Pera hizo celebridad de mal bicho con talento; un “hombre terrible”. Libídine.
Su romance con Aída fue adquiriendo contornos trágicos. Había hecho una enfermedad de las vías respiratorias que solo fue agravándose. En 1927, Le Pera se la llevó a Europa en un intento por salvarle la vida en un sanatorio suizo. También estuvo en París acompañando al empresario teatral Mariano Hermoso. Tras una intervención quirúrgica, Aída falleció y Le Pera volvió a Buenos Aires.
En 1928 se vinculó al cine por medio de la empresa United Artists. Del teatro de revistas Le Pera se cruzó al cine de Hollywood.
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En 1930 compuso la letra de su primer tango, “Carrillón de la Merced”, durante una gira por Chile con la compañía de revistas de Mario Bénard....
Como corresponsal del diario Noticias Gráficas, en 1931, Le Pera viajó nuevamente a París. Allí se involucró con una bailarina de ballet británica. Un romance, al fin, condenado por la distancia y los compromisos profesionales. Como corresponsal, entre Londres y París, Le Pera se entrevistó con Josephine Baker, René Clair, Marlene Dietrich y Alfred Hitchthingy. De igual forma estuvo en Roma y Berlín.
Conjuntamente se producía el encuentro de Le Pera con Gardel. Un mar de versiones lo rodea. A cómo de lugar, el “Dr. Livingstone, supongo” del cantante y el escritor, originó la corporación artística y profesional «Gardel-Le Pera».
Los hechos demostrarían una exquisita química entre ambos.
Mientras se filmaban sus películas, Le Pera planificó una gira por América latina. Una serie de recitales por Centroamérica, el Caribe y Sudamérica; el «spanish-speaking market». La gira, planificada en barcos, trenes y aviones, tuvo un final trágico. El 24 de junio de 1935 todos cayeron en el siniestro del aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, en el departamento de Antioquia, Colombia.
Para la leyenda del tango y como paradigma de la música popular latinoamericana, Le Pera quedó asignado como un refinado letrista. Tanto en los fílmicos como en los discos la firma Gardel-Le Pera desarrolló un repertorio aún vigente en la superficie virtual del cable, el vídeo y la red de redes. Está en CD’s y DVD’s. Como un contrasentido, por encubrimiento u ocultación, poco o nada se conoce del autor de este prodigio. Sólo se recuerda su carácter áspero. Al hombre «terrible».
Millones de admiradores de Gardel ignoran la contradicción de Le Pera. Sus pulsiones románticas en un cerebro clásico. Un artista capaz de batallar presupuestos y negociar contratos y de inducir sentimientos y emociones. Como cineasta anticipó actitudes contemporáneas. Algo flota en sus películas. Cierta substancia misteriosa. Una individualidad en las imágenes. ¿Dispositivo? ¿Fondo personalizado?
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Es el suyo un cine culto y popular. Rebosante de literatura y de teatro, colmado -al mismo tiempo- de metáforas y armonías costumbristas. Contrasentido de melodrama sin moralina. ¿Autobiográfico? Hay algo existencial en sus intuiciones estéticas.
Atrae su cinismo ante el cumplimiento de la moralidad. Le Pera es escéptico del crecimiento moral. Su personaje vive en un mundo donde se funda una ética individual, donde los valores son otros, subjetivos o desembarazados. Si algo contrasta al cine gardeliano con la producción de la época es el desprecio por la moral burguesa, lo institucionalizado por costumbres societarias.
¿Quién no conoce las letras de sus canciones? “El día que me quieras” es inextinguible. Un hit permanente para cantantes y ejecutantes, eruditos o populares.
“Cine Gardeliano. Las películas de Alfredo Le Pera” comprende al cineasta. .. “Cine Gardeliano” sugiere esta presunción: Le Pera ¿autor del ícon, del «mythos» Gardel?
Fuentes: IMDB, Gardelweb