Post by FATIMA on Feb 23, 2007 21:12:38 GMT 1
De cuento de hadas
Y fueron felices…
Por fin Lety Padilla cumplió su sueño de amor al casarse con el hombre que siempre amó: don Fernando.
23-Febrero-07
¡Y la fea tuvo un bello final!...
Por fin, después de más de un año -tiempo en el que Lety Padilla sorteó las burlas de sus enemigas, luchó por el amor de su galán y se hizo notar, no por su belleza exterior, sino por el interior-, su vida tuvo un desenlace de cuento de hadas.
Ayer, la Catedral de Monterrey fue testigo de la unión de los protagonistas don Fernando Mendiola (Jaime Camil) y Lety Padilla (Angélica Vale), quienes se juraron amor eterno.
Las calles del centro de la ciudad, específicamente del Barrio Antiguo, fueron prácticamente ‘tomadas’ por todo el equipo de producción de Televisa, que realizó un gran despliegue para dar vida al capítulo final de La fea más bella, en la que los protagonistas consumaron su amor.
Cientos de personas fuera del templo se congregaron para esperar y ver, aunque fuera de lejos, a los artistas.
Pero esto no fue posible, ya que como era de esperarse, en los barandales de la catedral fueron colocadas mantas negras para evitar que los mirones pudieran ser testigos de este tan esperado final, que se trasmitirá por televisión en un programa maratónico de tres horas.
Desde temprano, el equipo de producción checaba los pendientes para que todo estuviera perfecto a la hora de las grabaciones, que iniciaron oficialmente al filo de las 14:15.
Los artistas llegaron juntos en uno de los camiones que dispuso el DIF de Nuevo León para su comodidad, cuando el reloj marcaba las 13:50.
Sin embargo, Camil, José José, Angélica María y Angélica Vale llegaron cada uno por separado.
El primero en aparecer fue José José (don Erasmo), papá de Lety Padilla, para estar presente en la boda de su hija.
A su llegada al recinto ya lo esperaban ansiosos cientos de fans con los que convivió por algunos minutos y hasta les regaló su autógrafo y posó amablemente para las fotografías del recuerdo.
El equipo de seguridad que se implementó a los alrededores de la calle estaba compuesto por Tránsito de Monterrey, Protección Civil, Policía Regia y gente de la misma producción, que no dejaba a los medios de comunicación husmear dentro de la iglesia.
Fueron largas las horas de grabación, ya que desde su llegada a las locaciones los artistas no tuvieron receso alguno, pero algunos fueron más astutos, como Rosita Pelayo y Niurka, quienes se escaparon para ‘echarse’ un taco a la carrera.
A su salida fue imposible que no despertaran la algarabía de los regios que se dieron cita afuera de la catedral para verlos, por lo que, muy de prisa, subieron a un automóvil que las llevaría a su destino final: un restaurante.
Otra de las que se asomaron para saludar a los fanáticos fue Maribel Fernández ‘La Pelangocha’, quien sonrientemente posó algunos minutos para las fotografías.
Uno de los detalles más destacados es que no faltó quien hiciera su ‘agosto’ ante este evento de gran magnitud, por lo que una vendedora inició su labor con algunas gráficas de los protagonistas, las cuales eran vendidas a 20 pesos.
En su mayoría, los reunidos eran pequeñines que, acompañados de sus padres, gritaban al unísono “¡Lety, Lety!” o “¡Don Fernando!”.
www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=MEX&pagina=http://www.milenio.com/monterrey
Y fueron felices…
Por fin Lety Padilla cumplió su sueño de amor al casarse con el hombre que siempre amó: don Fernando.
23-Febrero-07
¡Y la fea tuvo un bello final!...
Por fin, después de más de un año -tiempo en el que Lety Padilla sorteó las burlas de sus enemigas, luchó por el amor de su galán y se hizo notar, no por su belleza exterior, sino por el interior-, su vida tuvo un desenlace de cuento de hadas.
Ayer, la Catedral de Monterrey fue testigo de la unión de los protagonistas don Fernando Mendiola (Jaime Camil) y Lety Padilla (Angélica Vale), quienes se juraron amor eterno.
Las calles del centro de la ciudad, específicamente del Barrio Antiguo, fueron prácticamente ‘tomadas’ por todo el equipo de producción de Televisa, que realizó un gran despliegue para dar vida al capítulo final de La fea más bella, en la que los protagonistas consumaron su amor.
Cientos de personas fuera del templo se congregaron para esperar y ver, aunque fuera de lejos, a los artistas.
Pero esto no fue posible, ya que como era de esperarse, en los barandales de la catedral fueron colocadas mantas negras para evitar que los mirones pudieran ser testigos de este tan esperado final, que se trasmitirá por televisión en un programa maratónico de tres horas.
Desde temprano, el equipo de producción checaba los pendientes para que todo estuviera perfecto a la hora de las grabaciones, que iniciaron oficialmente al filo de las 14:15.
Los artistas llegaron juntos en uno de los camiones que dispuso el DIF de Nuevo León para su comodidad, cuando el reloj marcaba las 13:50.
Sin embargo, Camil, José José, Angélica María y Angélica Vale llegaron cada uno por separado.
El primero en aparecer fue José José (don Erasmo), papá de Lety Padilla, para estar presente en la boda de su hija.
A su llegada al recinto ya lo esperaban ansiosos cientos de fans con los que convivió por algunos minutos y hasta les regaló su autógrafo y posó amablemente para las fotografías del recuerdo.
El equipo de seguridad que se implementó a los alrededores de la calle estaba compuesto por Tránsito de Monterrey, Protección Civil, Policía Regia y gente de la misma producción, que no dejaba a los medios de comunicación husmear dentro de la iglesia.
Fueron largas las horas de grabación, ya que desde su llegada a las locaciones los artistas no tuvieron receso alguno, pero algunos fueron más astutos, como Rosita Pelayo y Niurka, quienes se escaparon para ‘echarse’ un taco a la carrera.
A su salida fue imposible que no despertaran la algarabía de los regios que se dieron cita afuera de la catedral para verlos, por lo que, muy de prisa, subieron a un automóvil que las llevaría a su destino final: un restaurante.
Otra de las que se asomaron para saludar a los fanáticos fue Maribel Fernández ‘La Pelangocha’, quien sonrientemente posó algunos minutos para las fotografías.
Uno de los detalles más destacados es que no faltó quien hiciera su ‘agosto’ ante este evento de gran magnitud, por lo que una vendedora inició su labor con algunas gráficas de los protagonistas, las cuales eran vendidas a 20 pesos.
En su mayoría, los reunidos eran pequeñines que, acompañados de sus padres, gritaban al unísono “¡Lety, Lety!” o “¡Don Fernando!”.
www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=MEX&pagina=http://www.milenio.com/monterrey