Post by Club Fans Jaime Camil España on Sept 14, 2007 17:25:10 GMT 1
Gracias a Laura González, de México por las notas y el PDF...
Cumplidora, pero...
Por
Vera Milarka
(14-Sep-2007).-
Totalmente setentera, en la estética de Archie y Los Beverly Ricos, El Diluvio que Viene regresa después de 30 años.
En una época de curas pederastas, donde los personajes de Los Simpson representan la educación sentimental de las familias, la historia de Silvestre, un cura de pueblo llamado por Dios para hacer una nueva Arca de Noé, sólo convence a las cabecitas blancas y a nostálgicos cincuentones que se regocijan con esta reposición.
Como todo teatro de "franquicia" esta versión se conserva a imagen y semejanza de la que protagonizó Héctor Bonilla (Silvestre). Salvo porque doña Fela Fábregas no es Julissa, y prefirió actualizar su reparto con Jaime Camil como el cura, para asegurar la entrada de sus fans (puras "Betys feas", que gritan y se ríen con la bobaliconería del actor).
María Inés (Clementina) cumple, pero está por debajo de María Filippini (Consuelo), ya que su voz potencia a cabalidad su personaje. Enrique de la Riva, quien representa a Totó, tal vez sea el "hallazgo" del reparto.
La dirección de Bonilla es evidente, por momentos Camil lo imita, y aunque la puesta se puede decir que es "correcta", los actores no llegan emocionalmente a nadie. Salvo Patricio Castillo (Alcalde), quien, tal vez por apego al montaje, logra que aquello no caiga en el bostezo.
La obra tiene sentido entenderla en su contexto histórico y comercial, su equivalente sería como reciclar aquel comercial de Coca-Cola de la Navidad del 72, que inauguró el eslogan de la "chispa de la vida", y que decía algo así como: "Quisiera al mundo darle hogar y llenarlo de amor...".
*La autora es crítica de teatro
'Diluvia', pese a algunos tropiezos
Por
Lilia Reyes
(14-Sep-2007).-
Por fin Jaime Camil pudo portar la sotana del Padre Silvestre para anunciar El Diluvio que Viene, comedia musical que, tras 13 años de ausencia, regresó al teatro San Rafael, de la mano de la productora Fela Fábregas.
Mucha era la expectativa que rodeaba a la puesta, sobre todo porque el nuevo montaje se planeaba desde finales de 2005, cuando la productora tuvo las primeras conversaciones con el actor.
Sin embargo, fue hasta la noche del miércoles que el telón se levantó para mostrar a Camil, acompañado de María Inés (Clementina), Maria Filippini (Consuelo), Patricio Castillo (Crispin), Carmen Delgado (Hortensia) y Enrique de la Riva (Totó).
Ante un teatro lleno, los actores reflejaban en su rostro la emoción de estar en el escenario, Jaime se movía con naturalidad entre sus "feligreses", a quienes debía anunciar que el segundo diluvio universal estaba por venir, y mientras ellos asimilaban la idea de construir un arca nueva para sobrevivir, los espectadores no sabían lo que pasaba detrás del escenario.
"Creo que todos sufrimos un poco en el primer acto porque no teníamos monitores, ¡imagínate!, como cantante no oírte cuando cantas es lo peor que hay, pero el ingeniero se puso las pilas en el segundo acto y nos sentimos mucho más cómodos todos", explicó Jaime, en conferencia posterior al estreno.
Con todo y los tropiezos, los invitados a la función aplaudieron, rieron, y gozaron con los dos actos que componen la puesta.
Entre el público se podía ver a Eugenio Derbez y Alessandra Rosaldo, Sara Maldonado, Raúl Araiza, Litzy, Lisset, Jesús Ochoa, Héctor Sandarti, Ignacio López Tarso y Jorge Ortiz de Pinedo, entre otros.
Hubo quien acudió para apoyar a alguien en especial, como Enrique Guzmán, quien desde las primeras butacas aplaudía a su hija Daniela Guzmán, quien participa en el montaje como cantante; o Sergio Mayer e Isabela Camil, quienes no podían faltar para mandarle a Jaime buena vibra en su debut.
"Estaba yo tan nervioso que no pude ver quien vino, pero creo que logramos canalizar ese nervio para hacerlo energía y ponerlo en el escenario y creo que lo logramos, estamos muy felices y muy satisfechos", dijo el actor, para quien lo mejor de la puesta fue haber "cotorrreado" con Manolo Fábregas, pues su voz da vida a Dios.
Así, El Diluvio que Viene ya dejó caer sus primeras gotas, y se prevé que se extenderán por 120 funciones.
Y Blandón, 'verde' de envidia
Hace 13 años, Roberto Blandón interpretó al Padre Silvestre en El Diluvio que Viene; ahora, al asistir al estreno de la comedia musical no pudo evitar querer portar nuevamente la sotana.
"Estuve cantando todas las canciones y repitiendo los diálogos, nada más tenía que dar un paso para subirme (al escenario) de la nostalgia y de la envidia de la mala", dijo entre risas el actor.
Al ver la obra desde otra perspectiva, Blandón reconoció el trabajo que Jaime Camil realiza como nuevo protagonista de la puesta.
"Está muy cobijado, lo vi muy natural está cantando muy bien, siempre ha sido buen cantante, tiene un ángel nato y se ve que disfruta mucho la obra".
En 1994, el actor compartió escenario con Mónica Sánchez Navarro, Gerardo González, Laura Luz y Luis Couturier. Ahora desea al nuevo elenco éxito y fuerza para hacer teatro en un País en donde cada día es más difícil montar obras
Fuente: Reforma
Cumplidora, pero...
Por
Vera Milarka
(14-Sep-2007).-
Totalmente setentera, en la estética de Archie y Los Beverly Ricos, El Diluvio que Viene regresa después de 30 años.
En una época de curas pederastas, donde los personajes de Los Simpson representan la educación sentimental de las familias, la historia de Silvestre, un cura de pueblo llamado por Dios para hacer una nueva Arca de Noé, sólo convence a las cabecitas blancas y a nostálgicos cincuentones que se regocijan con esta reposición.
Como todo teatro de "franquicia" esta versión se conserva a imagen y semejanza de la que protagonizó Héctor Bonilla (Silvestre). Salvo porque doña Fela Fábregas no es Julissa, y prefirió actualizar su reparto con Jaime Camil como el cura, para asegurar la entrada de sus fans (puras "Betys feas", que gritan y se ríen con la bobaliconería del actor).
María Inés (Clementina) cumple, pero está por debajo de María Filippini (Consuelo), ya que su voz potencia a cabalidad su personaje. Enrique de la Riva, quien representa a Totó, tal vez sea el "hallazgo" del reparto.
La dirección de Bonilla es evidente, por momentos Camil lo imita, y aunque la puesta se puede decir que es "correcta", los actores no llegan emocionalmente a nadie. Salvo Patricio Castillo (Alcalde), quien, tal vez por apego al montaje, logra que aquello no caiga en el bostezo.
La obra tiene sentido entenderla en su contexto histórico y comercial, su equivalente sería como reciclar aquel comercial de Coca-Cola de la Navidad del 72, que inauguró el eslogan de la "chispa de la vida", y que decía algo así como: "Quisiera al mundo darle hogar y llenarlo de amor...".
*La autora es crítica de teatro
'Diluvia', pese a algunos tropiezos
Por
Lilia Reyes
(14-Sep-2007).-
Por fin Jaime Camil pudo portar la sotana del Padre Silvestre para anunciar El Diluvio que Viene, comedia musical que, tras 13 años de ausencia, regresó al teatro San Rafael, de la mano de la productora Fela Fábregas.
Mucha era la expectativa que rodeaba a la puesta, sobre todo porque el nuevo montaje se planeaba desde finales de 2005, cuando la productora tuvo las primeras conversaciones con el actor.
Sin embargo, fue hasta la noche del miércoles que el telón se levantó para mostrar a Camil, acompañado de María Inés (Clementina), Maria Filippini (Consuelo), Patricio Castillo (Crispin), Carmen Delgado (Hortensia) y Enrique de la Riva (Totó).
Ante un teatro lleno, los actores reflejaban en su rostro la emoción de estar en el escenario, Jaime se movía con naturalidad entre sus "feligreses", a quienes debía anunciar que el segundo diluvio universal estaba por venir, y mientras ellos asimilaban la idea de construir un arca nueva para sobrevivir, los espectadores no sabían lo que pasaba detrás del escenario.
"Creo que todos sufrimos un poco en el primer acto porque no teníamos monitores, ¡imagínate!, como cantante no oírte cuando cantas es lo peor que hay, pero el ingeniero se puso las pilas en el segundo acto y nos sentimos mucho más cómodos todos", explicó Jaime, en conferencia posterior al estreno.
Con todo y los tropiezos, los invitados a la función aplaudieron, rieron, y gozaron con los dos actos que componen la puesta.
Entre el público se podía ver a Eugenio Derbez y Alessandra Rosaldo, Sara Maldonado, Raúl Araiza, Litzy, Lisset, Jesús Ochoa, Héctor Sandarti, Ignacio López Tarso y Jorge Ortiz de Pinedo, entre otros.
Hubo quien acudió para apoyar a alguien en especial, como Enrique Guzmán, quien desde las primeras butacas aplaudía a su hija Daniela Guzmán, quien participa en el montaje como cantante; o Sergio Mayer e Isabela Camil, quienes no podían faltar para mandarle a Jaime buena vibra en su debut.
"Estaba yo tan nervioso que no pude ver quien vino, pero creo que logramos canalizar ese nervio para hacerlo energía y ponerlo en el escenario y creo que lo logramos, estamos muy felices y muy satisfechos", dijo el actor, para quien lo mejor de la puesta fue haber "cotorrreado" con Manolo Fábregas, pues su voz da vida a Dios.
Así, El Diluvio que Viene ya dejó caer sus primeras gotas, y se prevé que se extenderán por 120 funciones.
Y Blandón, 'verde' de envidia
Hace 13 años, Roberto Blandón interpretó al Padre Silvestre en El Diluvio que Viene; ahora, al asistir al estreno de la comedia musical no pudo evitar querer portar nuevamente la sotana.
"Estuve cantando todas las canciones y repitiendo los diálogos, nada más tenía que dar un paso para subirme (al escenario) de la nostalgia y de la envidia de la mala", dijo entre risas el actor.
Al ver la obra desde otra perspectiva, Blandón reconoció el trabajo que Jaime Camil realiza como nuevo protagonista de la puesta.
"Está muy cobijado, lo vi muy natural está cantando muy bien, siempre ha sido buen cantante, tiene un ángel nato y se ve que disfruta mucho la obra".
En 1994, el actor compartió escenario con Mónica Sánchez Navarro, Gerardo González, Laura Luz y Luis Couturier. Ahora desea al nuevo elenco éxito y fuerza para hacer teatro en un País en donde cada día es más difícil montar obras
Fuente: Reforma