Post by Club Fans Jaime Camil España on May 3, 2007 18:04:52 GMT 1
Para qué engañarnos...no es una película que pasará a la historia por ganar premios, pero no se le puede negar originalidad. Cuando a uno le dicen que el personaje principal es Fidel Castro, enseguida se imagina una película sobre el dictador en sí...el poder, el gobierno...y nada más lejos de la realidad.
Fidel llega, después de sufrir un atentado...como un balsero más a las costas de Miami y convivirá con los exiliados cubanos.
Aquí lo que se trata es de "humanizar" al personaje. A Fidel se lo contextualiza en un entorno completamente distinto...para entendernos, pasa de ser el gallo del corral al patito feo del cuento. Es curioso ver como las circunstancias modelan al ser humano.
A través de los personajes se pasa por todos los estereotipos cubanos: el exiliado que lucha por derrocar a Castro, el rico cubano que alcanzó el sueño americano, los que sueñan con volver...y los que se resignaron a no volver nunca. Quizá algunos están demasiado exagerados (como por ejemplo el rol del gay que aparece en la película) pero no se puede negar que forman parte de la esencia cubana.
En lo que se refiere al personaje de Camil, a mi juicio lo considero mal aprovechado: Alberto es hijo de un disidente cubano asesinado por el aparato castrista...y su alma clama venganza contra el regimen que le arrebató a su padre. Falta trama alrededor del complot en el que participan él y su hermano para intentar derrocar a Castro, y también faltan más minutos dedicados a explicarnos los sentimientos por los que pasa su personaje. Es una película coral, no hay duda...pero había cosas que merecían estar mejor explicadas.
El film también es una fábula con moraleja. En una conversación entre Fidel y el personaje encarnado por la genial Ofelia Medina, viuda por culpa del regimen... Castro le pregunta si no siente odio por los que le hicieron eso a su marido. Ella contesta: No. Y Castro le dice: Perdonar debilita. Y ella: Yo ya no odio. Hace tiempo que entendí que comprender es perdonar...y yo ya comprendí tanto, que entendí que no tenía nada que perdonar.
Sabias palabras.
Fidel llega, después de sufrir un atentado...como un balsero más a las costas de Miami y convivirá con los exiliados cubanos.
Aquí lo que se trata es de "humanizar" al personaje. A Fidel se lo contextualiza en un entorno completamente distinto...para entendernos, pasa de ser el gallo del corral al patito feo del cuento. Es curioso ver como las circunstancias modelan al ser humano.
A través de los personajes se pasa por todos los estereotipos cubanos: el exiliado que lucha por derrocar a Castro, el rico cubano que alcanzó el sueño americano, los que sueñan con volver...y los que se resignaron a no volver nunca. Quizá algunos están demasiado exagerados (como por ejemplo el rol del gay que aparece en la película) pero no se puede negar que forman parte de la esencia cubana.
En lo que se refiere al personaje de Camil, a mi juicio lo considero mal aprovechado: Alberto es hijo de un disidente cubano asesinado por el aparato castrista...y su alma clama venganza contra el regimen que le arrebató a su padre. Falta trama alrededor del complot en el que participan él y su hermano para intentar derrocar a Castro, y también faltan más minutos dedicados a explicarnos los sentimientos por los que pasa su personaje. Es una película coral, no hay duda...pero había cosas que merecían estar mejor explicadas.
El film también es una fábula con moraleja. En una conversación entre Fidel y el personaje encarnado por la genial Ofelia Medina, viuda por culpa del regimen... Castro le pregunta si no siente odio por los que le hicieron eso a su marido. Ella contesta: No. Y Castro le dice: Perdonar debilita. Y ella: Yo ya no odio. Hace tiempo que entendí que comprender es perdonar...y yo ya comprendí tanto, que entendí que no tenía nada que perdonar.
Sabias palabras.