Post by Club Fans Jaime Camil España on Apr 30, 2007 2:50:06 GMT 1
Los gustos, pasiones y debilidades del nuevo embajador de la firma Hublot, Jaime Camil, marcan parte de su personalidad y estilo
No dice ayer, ni mañana, se instala en el hoy y admite que el término galán de moda le parece pobre porque tiene caducidad y entonces él, el actor Jaime Camil, tendría los días contados.
"Soy un artista, un tipo que vive desde las fibras más internas del corazón el trabajo que ofrece al público, esto es, trato de mover sus sentimientos en diferentes tiempos", explica quien, tras su llegada puntual a la cita, reparte sonrisas tan lineales que mandarían al piso a muchas de las fans que le siguieron la pista en la televisión por más de un año.
Luego, Jaime descubre que sobre la piel de hombre formal, vestido con trajes y corbatas, según su última comedia, que no es telenovela, hay un hombre de colores que piensa que la moda habita en los ojos de quien la viste. Y es precisamente el mundo de los relojes el que más le atrae, pues son estos complementos los que le organizan para vivir como él lo sabe hacer: ¡en punto del hoy!
Así que piense en cualquier viernes de primavera, una mañana soleada, la moda italiana de Etro, aromas al estilo Armani y en este hombre que la casa relojera Hublot eligió para ser su embajador, rol que Camil asume con prestancia, pues resulta que los diseños de esta firma le gustan porque no cuentan con elementos superfluos, son elegantes y deportivos, fuertes, de oro o acero, grandotes y sostenidos por valores artesanales del pasado presentes en una en negrísima correa de un material que habla de última tecnología.
"Caucho", adelanta Camil, quien lo mismo combina su Hublot Big Bang de oro rosa con moda sport, que con un esmoquin negro firmado por Yves Saint Laurent, su diseñador favorito.
"El tiempo es subjetivo", afirma este joven al que le ha llevado 20 años de carrera ser identificado como un tipo perseverante que ha logrado un lugar con entrega y resistencia, aprendiendo valores de los "grandes" que practican la sencillez, amigos personales como Bono, Quincy Jones y Michael Caine.
Estrellas con quienes Jaime sigue compartiendo tiempos de música y actuación que son para él lecciones de vida, según afirma quien a futuro se visualiza como un director de cine portando un reloj que le permita controlar todos los movimientos de un set.
Jaime Camil, sólo bajo insistencia, vuelve los ojos al pasado
Aromas de familia, un papá sabio del que se sabía había llegado a casa por el aroma de su loción Armani, una también admirada mamá y un muchacho de 17 años, aspirante a cantante, con un Rolex de acero marcándole el tiempo.
"Me sentía afortunado, también bastante sangrón al andar por el mundo presumiendo un reloj que al final me enseñó que la puntualidad muestra el respeto y el aprecio que sentimos por las personas", señala quien poco o nada ha cambiado desde entonces, pues sigue siendo un hombre que trabaja con pasión.
Un coleccionista de relojes que ha reunido ya 20 "clásicos" del género que hacen tic tac. Un "freak" de estos accesorios que gusta de admirarlos grandes, masculinos y fuertes adornando la muñeca de una mujer refinada.
"Me encanta verlos en ellas", suspira Camil atrás de una sonrisa que anuncia "El Diluvio que Viene", su próxima puesta en escena.
FUENTE: MODA REFORMA
No dice ayer, ni mañana, se instala en el hoy y admite que el término galán de moda le parece pobre porque tiene caducidad y entonces él, el actor Jaime Camil, tendría los días contados.
"Soy un artista, un tipo que vive desde las fibras más internas del corazón el trabajo que ofrece al público, esto es, trato de mover sus sentimientos en diferentes tiempos", explica quien, tras su llegada puntual a la cita, reparte sonrisas tan lineales que mandarían al piso a muchas de las fans que le siguieron la pista en la televisión por más de un año.
Luego, Jaime descubre que sobre la piel de hombre formal, vestido con trajes y corbatas, según su última comedia, que no es telenovela, hay un hombre de colores que piensa que la moda habita en los ojos de quien la viste. Y es precisamente el mundo de los relojes el que más le atrae, pues son estos complementos los que le organizan para vivir como él lo sabe hacer: ¡en punto del hoy!
Así que piense en cualquier viernes de primavera, una mañana soleada, la moda italiana de Etro, aromas al estilo Armani y en este hombre que la casa relojera Hublot eligió para ser su embajador, rol que Camil asume con prestancia, pues resulta que los diseños de esta firma le gustan porque no cuentan con elementos superfluos, son elegantes y deportivos, fuertes, de oro o acero, grandotes y sostenidos por valores artesanales del pasado presentes en una en negrísima correa de un material que habla de última tecnología.
"Caucho", adelanta Camil, quien lo mismo combina su Hublot Big Bang de oro rosa con moda sport, que con un esmoquin negro firmado por Yves Saint Laurent, su diseñador favorito.
"El tiempo es subjetivo", afirma este joven al que le ha llevado 20 años de carrera ser identificado como un tipo perseverante que ha logrado un lugar con entrega y resistencia, aprendiendo valores de los "grandes" que practican la sencillez, amigos personales como Bono, Quincy Jones y Michael Caine.
Estrellas con quienes Jaime sigue compartiendo tiempos de música y actuación que son para él lecciones de vida, según afirma quien a futuro se visualiza como un director de cine portando un reloj que le permita controlar todos los movimientos de un set.
Jaime Camil, sólo bajo insistencia, vuelve los ojos al pasado
Aromas de familia, un papá sabio del que se sabía había llegado a casa por el aroma de su loción Armani, una también admirada mamá y un muchacho de 17 años, aspirante a cantante, con un Rolex de acero marcándole el tiempo.
"Me sentía afortunado, también bastante sangrón al andar por el mundo presumiendo un reloj que al final me enseñó que la puntualidad muestra el respeto y el aprecio que sentimos por las personas", señala quien poco o nada ha cambiado desde entonces, pues sigue siendo un hombre que trabaja con pasión.
Un coleccionista de relojes que ha reunido ya 20 "clásicos" del género que hacen tic tac. Un "freak" de estos accesorios que gusta de admirarlos grandes, masculinos y fuertes adornando la muñeca de una mujer refinada.
"Me encanta verlos en ellas", suspira Camil atrás de una sonrisa que anuncia "El Diluvio que Viene", su próxima puesta en escena.
FUENTE: MODA REFORMA