Post by jimmy10 on Nov 24, 2007 20:57:09 GMT 1
Rodrigo Ortúzar
28 de agosto de 2007, 08:54
Cristina Correa Siade
Santiago, Chile
Difusión
Rodrigo Ortúzar, director de la chileno-mexicana All inclusive.
Rodrigo Ortúzar luce un bronceado extraordinario que ganó con un poco más de un mes de rodaje en escenarios paradisíacos como Playa del Carmen, Tulum y Puerto Morelos. All inclusive es su segundo largometraje y -al igual que el anterior- cuenta con el respaldo de su propia productora Jazz Films y planea estrenarse con bombos y platillos en febrero próximo en México.
Aunque llegó con aires caribeños, no deja indio con pluma cuando se le recuerdan las duras críticas por la orientación comercial de su anterior filme. Por él se lo acusaba de abusar innecesariamente del desnudo femenino.
Actualmente, Ortúzar está enfocado en un "proyecto de 10 películas", entre ellas Antuco basado en los relatos del teniente Daniel Durán, uno de los últimos sobrevivientes del fallido instructivo que llevó a la muerte a 45 soldados chilenos. La próxima, sin embargo, es Congreso, "una comedia con tintes de drama que se desarrolla en un congreso sobre la sexualidad y el orgasmo femenino, donde llegan seis especialistas de distintas partes de Sudamérica". Asegura que está buscando actores de éxito mundial para ambas producciones, y persigue que en el largo plazo "cuando hablen de Chile en el extranjero, alguien pueda recordar una película".
Terra Magazine: ¿En qué proceso se encuentra All inclusive?
Rodrigo Ortúzar: Ya estamos en la edición, el 15 de octubre la tendremos lista para mandar a algunos festivales. Se estrena en febrero en México con 350 copias y eso es un gran logro para una película chileno-mexicana. Estamos contentos porque la película tuvo mucha aceptación. En Chile probablemente se estrene en abril.
Terra Magazine: ¿Cuánto se filmó en México? ¿Buscabas esa internacionalización?
Rodrigo Ortúzar: El 90% del montaje se hizo allá lo que es parte de una estrategia. Con Mujeres infieles la idea era hacer una película comercial con contenido y no morir en el intento, lo que creo se cumplió bastante bien. La película tiene sus baches pero aprendimos mucho, todo lo malo que había que hacer lo hicimos en esa película. Para esta queríamos ir un paso más adelante. Por eso agarré a dos actrices chilenas importantes y me las llevé a México. Es primera vez que Valentina y Leonor están juntas en una película, es como juntar a las dos generaciones de actrices que habían estado afuera y habían tenido importancia. Ellas están felices.
También está Edgar Vivar quien estaba en Buenos Aires y lo trajimos (a Chile). Tiene un personaje pequeñito pero con mensaje, el de un taxista. También está Chucho Ochoa y donde está él siempre hay calidad. Ellos tampoco habían trabajado juntos. Lo mismo pasa con Jaime Camil, Martha Higareda (que ahora está filmando con Keanu Reeves), Ana Serradilla y Amaya Zapata. Lo que conseguimos gracias al casting de Michelle Morán.
Terra Magazine: ¿Cuales fueron los errores de Mujeres infieles?
Rodrigo Ortúzar: Tendría que escribir un cuaderno entero para anotar los errores que cometimos en esa película. De partida el guión, nos demoramos muy poco en hacerlo, no se puede hacer un guión en dos meses. Ahora tengo a Julio Rojas. Queríamos hacer una película que se desarrollara en el Caribe, que tuviera un cuento de familia y que fuera más transversal, que fuera de los 15 a los 50. Julio tenía este guión que era All inclusive, una familia disfuncional que se iba a hacer familia a un resort. Llegamos a un excelente guión que entusiasmó a los actores.
El otro gran error fue la distribución. Eso nos costó carísimo. Ahora tenemos las película pre vendida en USA, y se estrena allá y en México.
Terra Magazine: ¿Elegir un tema de familia era una forma de resarcirse por Mujeres infieles?
Rodrigo Ortúzar: La reacción a Mujeres infieles la entiendo, los que me dieron fuerte fueron los hombres porque quedaron como imbéciles. Se veían a sí mismos, veían que sus mujeres los estaban "gorreando" (engañando) y hacían las mismas estupideces que los personajes. Sabía que era una película más dirigida a la mujer, que reivindicaba de alguna forma la sexualidad, la independencia y esta nueva mujer que trata de hacerse un espacio en esta selva de machistas y hombres represores que somos nosotros por una cuestión cultural. Y yo que tengo mi área liberal en alguna forma también tengo mi cuento machista y no me salvo. La prensa se cargó a la cosa más erótica y ahí nos equivocamos en la publicidad o el enfoque que le dimos porque en definitiva sólo tiene un minuto y medio donde se muestra sexo.
Terra Magazine: ¿Por qué abordar la infidelidad? ¿Por eso ahora quieres tocar el tema de familia?
Rodrigo Ortúzar: Vi que había una problemática en esta sociedad con respecto a la infidelidad, y de hecho a partir de la película se hicieron programas respecto a eso y se hizo una teleserie. En el caso de la familia, hay una crisis generalizada con respecto a ella. En el fondo, lo único que necesitamos es tener familia, sin embargo la familia se nos arranca y desarma. Fue un buen tema para una película, pero no es una película moralista, cada uno hará lo que quiera con esta realidad.
Caos en el resort
All inclusive gira en torno a una familia desmembrada, el padre arquitecto (el mexicano Jesús "Chucho" Ochoa) y su esposa chilena (Valentina Vargas), quien no se siente necesitada por su familia, planean reunirse con sus hijos ¿la separada Maca (Serradilla), la rebelde Camila (Martha Higareda) y el menor Andrés- en un resort donde cada uno vivirá una experiencia que cambiará su vida.
Terra Magazine: ¿Te ha tocado vivir en una familia desmembrada?
Rodrigo Ortúzar: Por supuesto, yo creo que a todos. Necesitamos nuestro núcleo familiar y desde esa perspectiva también puse cosas propias. No voy a contar cuáles porque me van a identificar completamente y me voy a sentir ridículo. Tiene que ver con el padre, cuando va perdiendo su parte lúdica, se pone más macho, el hombre que no llora y que debería hacerlo. Son temas que nos tocan e identifican. All inclusive identifica desde el adolescente de 15 que se masturba frente al computador "engrupiéndose" a una chica por Internet, hasta el hombre de 55 que se va a morir y quiere rearmar su vida y a cada uno de ellos llegan unos ángeles que son personas que aparecen y les cambian el rumbo.
Terra Magazine: ¿Qué te parecen las críticas que acusan tu propuesta de "demasiado comercial"?
Rodrigo Ortúzar: Es un problema de la pequeñez. Acá (en Chile) todos quieren ser Tarkovski, pero no se han dado cuenta que no le llegan ni al zapato. Yo también quería ser Tarkovski en algún minuto hasta que me di cuenta que era imposible y tenía que ser yo. No es que haga películas comerciales, pero tengo claro que quiero vivir del cine y vivir bien. Para eso hago películas que tienen que ver con temáticas más universales. El cine comercial es una especie de estigma. Y al final es mentira porque todos quieren tener éxito.
Terra Magazine: Pero tú venías de haber estudiado en la Sorbonne y hacer cine de autor...
Rodrigo Ortúzar: Hice muchos cortos y mediometrajes y tuve una desilusión con el cine cuando me censuraron una película en el 94. Después lo retomé. Ahora, todas las películas de este tipo tienen cosas del autor, el director pone su mirada. Esta es una película masiva con contenido, porque no va dejar indiferente a nadie, se van a reír, llorar y cuestionar, a lo mejor cuando terminen de ver la película, van a llegar a casa y telefonear a mamá.
Terra Magazine: Y es que la desintegración de la familia es, como dices, un tema mundial...
Rodrigo Ortúzar: Toca a todo el mundo. No quiero hacer un juicio de valor respecto a la familia, pero si mostrar cómo funciona una familia latinoamericana. Vamos a llevar a dos millones de espectadores en México y aquí estoy seguro que nos dirán que no es una película chilena, etc. Pero me da lo mismo porque el objetivo nuestro es hacer cine y cuando tengamos cuatro películas exitosas podré decir 'tengo este proyecto personal, de autor y se puede hacer'.
Terra Magazine: ¿Tu familia es disfuncional?
Rodrigo Ortúzar: Estoy separado de mi mujer y vivo con mis dos hijos menores. Tengo una hija chica que tiene 16, uno de 18 y otro de 29. Hablamos abiertamente de todo, me cuentan gran parte de sus cosas. Tengo una familia muy bonita.
Terra Magazine: ¿Y cuál es la clave para no tener los problemas de comunicación de tus personajes?
Rodrigo Ortúzar: La clave es ser honesto. Este es un país no doble, sino triple estándar, donde las apariencias y el conservadurismo te van encasillando. En la medida que uno es capaz de hablar con honestidad, se te da. Los niños entienden cuando estás hablando en forma transparente o cuando estás escondiendo algo. Yo aprendo de mis hijos, mucho de relaciones de pareja lo he aprendido enseñándole a mi hija menor.
No hay que ponerles límites, hay que generar libertad con responsabilidad que es lo que los hace responsables de si mismos. Sólo puedo confiar en ellos.
28 de agosto de 2007, 08:54
Cristina Correa Siade
Santiago, Chile
Difusión
Rodrigo Ortúzar, director de la chileno-mexicana All inclusive.
Rodrigo Ortúzar luce un bronceado extraordinario que ganó con un poco más de un mes de rodaje en escenarios paradisíacos como Playa del Carmen, Tulum y Puerto Morelos. All inclusive es su segundo largometraje y -al igual que el anterior- cuenta con el respaldo de su propia productora Jazz Films y planea estrenarse con bombos y platillos en febrero próximo en México.
Aunque llegó con aires caribeños, no deja indio con pluma cuando se le recuerdan las duras críticas por la orientación comercial de su anterior filme. Por él se lo acusaba de abusar innecesariamente del desnudo femenino.
Actualmente, Ortúzar está enfocado en un "proyecto de 10 películas", entre ellas Antuco basado en los relatos del teniente Daniel Durán, uno de los últimos sobrevivientes del fallido instructivo que llevó a la muerte a 45 soldados chilenos. La próxima, sin embargo, es Congreso, "una comedia con tintes de drama que se desarrolla en un congreso sobre la sexualidad y el orgasmo femenino, donde llegan seis especialistas de distintas partes de Sudamérica". Asegura que está buscando actores de éxito mundial para ambas producciones, y persigue que en el largo plazo "cuando hablen de Chile en el extranjero, alguien pueda recordar una película".
Terra Magazine: ¿En qué proceso se encuentra All inclusive?
Rodrigo Ortúzar: Ya estamos en la edición, el 15 de octubre la tendremos lista para mandar a algunos festivales. Se estrena en febrero en México con 350 copias y eso es un gran logro para una película chileno-mexicana. Estamos contentos porque la película tuvo mucha aceptación. En Chile probablemente se estrene en abril.
Terra Magazine: ¿Cuánto se filmó en México? ¿Buscabas esa internacionalización?
Rodrigo Ortúzar: El 90% del montaje se hizo allá lo que es parte de una estrategia. Con Mujeres infieles la idea era hacer una película comercial con contenido y no morir en el intento, lo que creo se cumplió bastante bien. La película tiene sus baches pero aprendimos mucho, todo lo malo que había que hacer lo hicimos en esa película. Para esta queríamos ir un paso más adelante. Por eso agarré a dos actrices chilenas importantes y me las llevé a México. Es primera vez que Valentina y Leonor están juntas en una película, es como juntar a las dos generaciones de actrices que habían estado afuera y habían tenido importancia. Ellas están felices.
También está Edgar Vivar quien estaba en Buenos Aires y lo trajimos (a Chile). Tiene un personaje pequeñito pero con mensaje, el de un taxista. También está Chucho Ochoa y donde está él siempre hay calidad. Ellos tampoco habían trabajado juntos. Lo mismo pasa con Jaime Camil, Martha Higareda (que ahora está filmando con Keanu Reeves), Ana Serradilla y Amaya Zapata. Lo que conseguimos gracias al casting de Michelle Morán.
Terra Magazine: ¿Cuales fueron los errores de Mujeres infieles?
Rodrigo Ortúzar: Tendría que escribir un cuaderno entero para anotar los errores que cometimos en esa película. De partida el guión, nos demoramos muy poco en hacerlo, no se puede hacer un guión en dos meses. Ahora tengo a Julio Rojas. Queríamos hacer una película que se desarrollara en el Caribe, que tuviera un cuento de familia y que fuera más transversal, que fuera de los 15 a los 50. Julio tenía este guión que era All inclusive, una familia disfuncional que se iba a hacer familia a un resort. Llegamos a un excelente guión que entusiasmó a los actores.
El otro gran error fue la distribución. Eso nos costó carísimo. Ahora tenemos las película pre vendida en USA, y se estrena allá y en México.
Terra Magazine: ¿Elegir un tema de familia era una forma de resarcirse por Mujeres infieles?
Rodrigo Ortúzar: La reacción a Mujeres infieles la entiendo, los que me dieron fuerte fueron los hombres porque quedaron como imbéciles. Se veían a sí mismos, veían que sus mujeres los estaban "gorreando" (engañando) y hacían las mismas estupideces que los personajes. Sabía que era una película más dirigida a la mujer, que reivindicaba de alguna forma la sexualidad, la independencia y esta nueva mujer que trata de hacerse un espacio en esta selva de machistas y hombres represores que somos nosotros por una cuestión cultural. Y yo que tengo mi área liberal en alguna forma también tengo mi cuento machista y no me salvo. La prensa se cargó a la cosa más erótica y ahí nos equivocamos en la publicidad o el enfoque que le dimos porque en definitiva sólo tiene un minuto y medio donde se muestra sexo.
Terra Magazine: ¿Por qué abordar la infidelidad? ¿Por eso ahora quieres tocar el tema de familia?
Rodrigo Ortúzar: Vi que había una problemática en esta sociedad con respecto a la infidelidad, y de hecho a partir de la película se hicieron programas respecto a eso y se hizo una teleserie. En el caso de la familia, hay una crisis generalizada con respecto a ella. En el fondo, lo único que necesitamos es tener familia, sin embargo la familia se nos arranca y desarma. Fue un buen tema para una película, pero no es una película moralista, cada uno hará lo que quiera con esta realidad.
Caos en el resort
All inclusive gira en torno a una familia desmembrada, el padre arquitecto (el mexicano Jesús "Chucho" Ochoa) y su esposa chilena (Valentina Vargas), quien no se siente necesitada por su familia, planean reunirse con sus hijos ¿la separada Maca (Serradilla), la rebelde Camila (Martha Higareda) y el menor Andrés- en un resort donde cada uno vivirá una experiencia que cambiará su vida.
Terra Magazine: ¿Te ha tocado vivir en una familia desmembrada?
Rodrigo Ortúzar: Por supuesto, yo creo que a todos. Necesitamos nuestro núcleo familiar y desde esa perspectiva también puse cosas propias. No voy a contar cuáles porque me van a identificar completamente y me voy a sentir ridículo. Tiene que ver con el padre, cuando va perdiendo su parte lúdica, se pone más macho, el hombre que no llora y que debería hacerlo. Son temas que nos tocan e identifican. All inclusive identifica desde el adolescente de 15 que se masturba frente al computador "engrupiéndose" a una chica por Internet, hasta el hombre de 55 que se va a morir y quiere rearmar su vida y a cada uno de ellos llegan unos ángeles que son personas que aparecen y les cambian el rumbo.
Terra Magazine: ¿Qué te parecen las críticas que acusan tu propuesta de "demasiado comercial"?
Rodrigo Ortúzar: Es un problema de la pequeñez. Acá (en Chile) todos quieren ser Tarkovski, pero no se han dado cuenta que no le llegan ni al zapato. Yo también quería ser Tarkovski en algún minuto hasta que me di cuenta que era imposible y tenía que ser yo. No es que haga películas comerciales, pero tengo claro que quiero vivir del cine y vivir bien. Para eso hago películas que tienen que ver con temáticas más universales. El cine comercial es una especie de estigma. Y al final es mentira porque todos quieren tener éxito.
Terra Magazine: Pero tú venías de haber estudiado en la Sorbonne y hacer cine de autor...
Rodrigo Ortúzar: Hice muchos cortos y mediometrajes y tuve una desilusión con el cine cuando me censuraron una película en el 94. Después lo retomé. Ahora, todas las películas de este tipo tienen cosas del autor, el director pone su mirada. Esta es una película masiva con contenido, porque no va dejar indiferente a nadie, se van a reír, llorar y cuestionar, a lo mejor cuando terminen de ver la película, van a llegar a casa y telefonear a mamá.
Terra Magazine: Y es que la desintegración de la familia es, como dices, un tema mundial...
Rodrigo Ortúzar: Toca a todo el mundo. No quiero hacer un juicio de valor respecto a la familia, pero si mostrar cómo funciona una familia latinoamericana. Vamos a llevar a dos millones de espectadores en México y aquí estoy seguro que nos dirán que no es una película chilena, etc. Pero me da lo mismo porque el objetivo nuestro es hacer cine y cuando tengamos cuatro películas exitosas podré decir 'tengo este proyecto personal, de autor y se puede hacer'.
Terra Magazine: ¿Tu familia es disfuncional?
Rodrigo Ortúzar: Estoy separado de mi mujer y vivo con mis dos hijos menores. Tengo una hija chica que tiene 16, uno de 18 y otro de 29. Hablamos abiertamente de todo, me cuentan gran parte de sus cosas. Tengo una familia muy bonita.
Terra Magazine: ¿Y cuál es la clave para no tener los problemas de comunicación de tus personajes?
Rodrigo Ortúzar: La clave es ser honesto. Este es un país no doble, sino triple estándar, donde las apariencias y el conservadurismo te van encasillando. En la medida que uno es capaz de hablar con honestidad, se te da. Los niños entienden cuando estás hablando en forma transparente o cuando estás escondiendo algo. Yo aprendo de mis hijos, mucho de relaciones de pareja lo he aprendido enseñándole a mi hija menor.
No hay que ponerles límites, hay que generar libertad con responsabilidad que es lo que los hace responsables de si mismos. Sólo puedo confiar en ellos.