Post by Purdy on Aug 3, 2008 12:50:37 GMT 1
Un articulo bastante duro y crítico sobre como se enfoca el Sida y el caracter homofóbico de una parte de la poblacion mexicana aprovechando que se celebra del 3 al 8 de agosto ,en DF,la 17 Conferencia Internacional sobre el Sida, la primera a realizarse en América Latina.
Nombra la telenovela de Las Tontas no van al cielo y por eso lo pongo.Desconozco la realidad cierta de lo que comenta y como lo comenta porque no vivo la realidad del dia a día de México pero si que es cierto que hay un enfoque casposo y bastante erroneo o partidista del tema,segun mi opinión y mi manera de pensar, por alguna telenovela o comentario que he visto en alguna television mexicana o leido en árticulos de periodicos mexicanos.
Doble moral
Milenio.com > Firmas
3 Agosto, 2008
No sé usted, pero yo llevo días preguntándome lo mismo: ¿Cómo fue que México se convirtió en sede de la Conferencia Internacional sobre Sida?
En serio, me cuesta mucho trabajo que nuestro país se haya aventado semejante paquete porque aquí casi nadie sabe qué es el sida ni cómo se contrae.Está prácticamente prohibido profundizar en el tema, hablar del uso correcto del condón o cuestionar los hábitos sexuales de los mexicanos.
Se supone que el sida es un castigo que Dios inventó para aniquilar a los homosexuales por atreverse a vivir su sexualidad a su manera.
Y no, no es cierto que haya mujeres que se contagien porque sus maridos lleven una doble vida; esa cosa no le da a las prostitutas, y si hay niños con sida es porque algún pecado habrán cometido sus padres.
No me cabe en la cabeza que un país donde se dicen estas cosas pretenda recibir a los más grandes especialistas en sida de todo el planeta.
¿Habrá sido porque alguien supuso que trayéndolos a México se le convencería de abandonar sus convicciones? ¿Para vender boletos de avión y noches de hotel?
Aquí el sida es igual a homosexualidad, y la homosexualidad es igual a homofobia.
O sea, el sida es una enfermedad de jotos, qué bueno que les dé y entre más pronto se mueran todos, mejor para la humanidad.
Me da mucha vergüenza tener que recordárselo, pero México es potencia mundial en homofobia. Aquí se mata a los homosexuales y se les discrimina.
La diversidad sexual sólo juega cuando hay dinero o intereses políticos de por medio. Si no, no.
Lo mismo pasa con los condones y con el sida. Si atrás del tema hay una marca dispuesta a pagar una pauta publicitaria, entonces sí se habla de eso.Si no, que nadie diga nada.
Es tan triste lo que sucede en nuestro país con el tema del sida, que lo único que puedo pensar sobre el hecho de que México sea este año la sede de la conferencia internacional es que se trata de un ejercicio más de nuestra asquerosa doble moral.
A lo mejor usted no lo sabe o no se había dado cuenta, pero a los grupos que tienen el poder en nuestra nación no les gusta que en México se hable de sida.Y a las pruebas me remito. Ellos, que se la pasan haciendo eventos de beneficencia, hacen carreras, campañas y teletones para cualquier cosa menos para algo que tenga que ver con el sida.
¿Por qué? Porque los niños con capacidades diferentes son bonitos, los ancianos menesterosos son tiernos, las mujeres con cáncer lucen vulnerables y cualquier cosa que tenga que ver con la flora y la fauna se ve bien. Los “sidosos”, no.
Ellos son malos, jotos, repugnantes, bajan el rating, no venden. ¡Adiós!
Y si nos ponemos a analizar el recurso del sida en nuestros medios electrónicos de comunicación, salvo excepciones muy contadas como las de las telenovelas DKDA y Las tontas no van al cielo, lo demás ha sido como para agachar la cabeza durante la conferencia.
Para la mayoría de las telenovelas mexicanas, el sida ha sido el castigo perfecto para los villanos como en Más allá del puente o un impedimento para el amor como en Amor de nadie.
Dicho en otras palabras, el sida sólo le da a los malos, y los portadores de VIH no tienen derecho a la felicidad.
Por si esto fuera poco como para preocuparse, en los melodramas seriados de producción nacional, el sida es una cosa que se contrae en automático como en Mi destino eres tú, que mata en poco tiempo, como en Así son ellas o que garantiza diez años de vida plena a quien se contagia como en Amigas y rivales.
En resumen, los creadores de telenovelas utilizan al sida como se les da la gana, desinforman, no les interesa informar y no sienten la más mínima culpa por eso.
¡Caray! Ha habido escritores como Miguel Sabido que han escrito telenovelas didácticas completas sobre el sida, como el proyecto Sangre joven, que jamás han salido a la luz pública porque se caerían los ratings y porque los anunciantes se retirarían, ya que esa clase de temas no coinciden ni con sus ideas ni con sus valores.
¿Cómo fue que México se convirtió en sede de la Conferencia Internacional sobre Sida?.
Quiero pensar que como parte de un cambio, como un llamado de atención a los poderosos de esta nación, como el principio de una nueva era.
Si no fuera así, qué vergüenza para México, para usted y para mí. ¿A poco no?•
Nombra la telenovela de Las Tontas no van al cielo y por eso lo pongo.Desconozco la realidad cierta de lo que comenta y como lo comenta porque no vivo la realidad del dia a día de México pero si que es cierto que hay un enfoque casposo y bastante erroneo o partidista del tema,segun mi opinión y mi manera de pensar, por alguna telenovela o comentario que he visto en alguna television mexicana o leido en árticulos de periodicos mexicanos.
Doble moral
Milenio.com > Firmas
3 Agosto, 2008
No sé usted, pero yo llevo días preguntándome lo mismo: ¿Cómo fue que México se convirtió en sede de la Conferencia Internacional sobre Sida?
En serio, me cuesta mucho trabajo que nuestro país se haya aventado semejante paquete porque aquí casi nadie sabe qué es el sida ni cómo se contrae.Está prácticamente prohibido profundizar en el tema, hablar del uso correcto del condón o cuestionar los hábitos sexuales de los mexicanos.
Se supone que el sida es un castigo que Dios inventó para aniquilar a los homosexuales por atreverse a vivir su sexualidad a su manera.
Y no, no es cierto que haya mujeres que se contagien porque sus maridos lleven una doble vida; esa cosa no le da a las prostitutas, y si hay niños con sida es porque algún pecado habrán cometido sus padres.
No me cabe en la cabeza que un país donde se dicen estas cosas pretenda recibir a los más grandes especialistas en sida de todo el planeta.
¿Habrá sido porque alguien supuso que trayéndolos a México se le convencería de abandonar sus convicciones? ¿Para vender boletos de avión y noches de hotel?
Aquí el sida es igual a homosexualidad, y la homosexualidad es igual a homofobia.
O sea, el sida es una enfermedad de jotos, qué bueno que les dé y entre más pronto se mueran todos, mejor para la humanidad.
Me da mucha vergüenza tener que recordárselo, pero México es potencia mundial en homofobia. Aquí se mata a los homosexuales y se les discrimina.
La diversidad sexual sólo juega cuando hay dinero o intereses políticos de por medio. Si no, no.
Lo mismo pasa con los condones y con el sida. Si atrás del tema hay una marca dispuesta a pagar una pauta publicitaria, entonces sí se habla de eso.Si no, que nadie diga nada.
Es tan triste lo que sucede en nuestro país con el tema del sida, que lo único que puedo pensar sobre el hecho de que México sea este año la sede de la conferencia internacional es que se trata de un ejercicio más de nuestra asquerosa doble moral.
A lo mejor usted no lo sabe o no se había dado cuenta, pero a los grupos que tienen el poder en nuestra nación no les gusta que en México se hable de sida.Y a las pruebas me remito. Ellos, que se la pasan haciendo eventos de beneficencia, hacen carreras, campañas y teletones para cualquier cosa menos para algo que tenga que ver con el sida.
¿Por qué? Porque los niños con capacidades diferentes son bonitos, los ancianos menesterosos son tiernos, las mujeres con cáncer lucen vulnerables y cualquier cosa que tenga que ver con la flora y la fauna se ve bien. Los “sidosos”, no.
Ellos son malos, jotos, repugnantes, bajan el rating, no venden. ¡Adiós!
Y si nos ponemos a analizar el recurso del sida en nuestros medios electrónicos de comunicación, salvo excepciones muy contadas como las de las telenovelas DKDA y Las tontas no van al cielo, lo demás ha sido como para agachar la cabeza durante la conferencia.
Para la mayoría de las telenovelas mexicanas, el sida ha sido el castigo perfecto para los villanos como en Más allá del puente o un impedimento para el amor como en Amor de nadie.
Dicho en otras palabras, el sida sólo le da a los malos, y los portadores de VIH no tienen derecho a la felicidad.
Por si esto fuera poco como para preocuparse, en los melodramas seriados de producción nacional, el sida es una cosa que se contrae en automático como en Mi destino eres tú, que mata en poco tiempo, como en Así son ellas o que garantiza diez años de vida plena a quien se contagia como en Amigas y rivales.
En resumen, los creadores de telenovelas utilizan al sida como se les da la gana, desinforman, no les interesa informar y no sienten la más mínima culpa por eso.
¡Caray! Ha habido escritores como Miguel Sabido que han escrito telenovelas didácticas completas sobre el sida, como el proyecto Sangre joven, que jamás han salido a la luz pública porque se caerían los ratings y porque los anunciantes se retirarían, ya que esa clase de temas no coinciden ni con sus ideas ni con sus valores.
¿Cómo fue que México se convirtió en sede de la Conferencia Internacional sobre Sida?.
Quiero pensar que como parte de un cambio, como un llamado de atención a los poderosos de esta nación, como el principio de una nueva era.
Si no fuera así, qué vergüenza para México, para usted y para mí. ¿A poco no?•