Post by Club Fans Jaime Camil España on May 7, 2007 10:34:36 GMT 1
Entrevista aparecida en la revista Facetas, perteneciente al diario Panorama -Venezuela. Gracias a Adriana Mateus por los scans. Otras fuentes: www.panodi.com/10revistas/facetas/06-05-2007e.html
Jaime Camil, el protagonista de “La fea más bella”, asegura que no tuvo romance con Angélica Vale
“Soy un tipo transparente”
“Defendí a capa y espada la integridad de mi personaje como Don Fernando”. “Lo especial de mi infancia es que fui hijo de artista”. “No he entendido qué quiere decir un desnudo artístico. Los desnudos son desnudos y punto”.
Texto: Jescenia Dovale
Jaime Camil no tiene pena para describirse como un hombre atractivo y simpático. Asume estas cualidades como una condición natural y hasta es capaz de dejar testimonio fotográfico de su “cuerpazo”, al desnudo, en una revista mexicana.
Es mexicano de nacimiento, aunque por sus venas corre la sangre egipcia de su padre y la brasileña de su madre. A pesar de que se ha especulado que es un actor que debe su fama a la fortuna de su familia, el año pasado logró demostrar, tajantemente en su país, que sí tiene talento. El “remake” de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, que Venevisión transmite en horario nocturno, le vino como anillo al dedo.
El actor, cantante y artista íntegro, como él mismo se describió, conversó en exclusiva, desde México, con la revista Facetas y aseguró que todavía sigue soltero.
En estos momentos piensa y se ocupa de sus proyectos, en los que se cuentan la filmación de la película A propósito de Alexa, donde compartió rol con la venezolana Gabriela Vergara.
Apuesta más por la pantalla grande y con respecto a la cinta I love Miami, donde se critica a Fidel Castro, Camil declaró en otra oportunidad que el presidente cubano “es un ser humano extraordinario. No digo que sea bueno, tampoco que sea malo, pero para unos es un dios y para otros un demonio”.
¿Sintió que la interpretación de Don Fernando marcó una diferencia con respecto al personaje Don Armando, de Yo soy Betty, la fea?
- Totalmente. Don Armando es muy diferente a Don Fernando. Incluso yo no vi jamás ningún capítulo de la telenovela colombiana. Cuando me enviaron los libretos a Nueva York para leer lo que Televisa quería hacer los revisé y me di cuenta que era un proyecto que apostaba mucho a la comedia, más que a un drama y por allí construí mi propio personaje.
¿Cómo sintió la aceptación de su interpretación en el público mexicano?
- Durante la primera semana de transmisión el personaje no tuvo la aceptación que se esperaba. La audiencia quería ver a un Don Fernando más serio, un poco más protagonista de telenovela, más galán, que no fuera tan chistosito como yo lo estaba interpretando. Mi respuesta fue: “Déjenme hacer lo que estoy haciendo por dos semanas más a ver qué pasa”. Luego, las encuestas arrojaron que se había convertido en uno de las caracterizaciones más queridas del público. A la gente le gustó mi trabajo.
¿No le afectaron para nada las típicas comparaciones?
- No. Yo creo que en mi caso no caben críticas. Lo digo por las estadísticas y porque los índices de audiencia hablan por sí solos.
Lo han calificado de seductor empedernido. ¿Lo es realmente?
- Eso lo dice la prensa que hace una historia ficticia alrededor de un personaje que no conocen. Ése es mi caso, a mí la prensa me ha envuelto en dimes, diretes, chismes y en cuestiones poco acertadas. Yo no más espero tener una cámara en frente, estar en alguna alfombra roja o en una rueda de prensa de alguno de mis proyectos, para demostrar quién soy en realidad. Claro, tampoco ando aclarando todo lo que se dice de mí.
¿Quién es usted entonces?
- Soy un hombre simpático y muy atractivo. Me siento un tipo transparente, honesto y auténtico. Soy una persona que trata de no decir mentiras en su vida, ni de atraer mujeres con falsas promesas. Creo que eso me hace un tipo muy atractivo.
¿Todo un galán de telenovela?
- No me considero un galán de novela porque se me hace una etiqueta que tiene fecha de caducidad y una condición con muchas limitantes. Yo soy actor, mi profesión es ser artista. Desafortunadamente el 95% de las personas de este medio, en Latinoamérica, se dedica a ser famoso y el 5% que queda, optamos por ser artistas. Veo con una responsabilidad bien grande tocar las fibras de los seres humanos, hacerlos llorar, reír, montarlos en una montaña rusa de emociones.
¿Alguna vez se ha enamorado de una mujer fea?
- Nunca me he enamorado de una fea.
¿Tiene un concepto sobre la fealdad?
- Es un concepto muy subjetivo. Yo creo que la fealdad o la belleza está en los ojos de quien la mira. No creo que exista alguien con una verdad absoluta para decir esto es feo o es bonito. La sociedad tiene un estigma, basado en las revistas Cosmopolitan, que nos han acostumbrado a que la belleza tiene ciertos rasgos y ciertas características.
¿Cree que en pleno siglo XXI existan mujeres como Letty?
- No. Es un poco exagerado, pero de repente sí las hay. He visto algunas y yo mismo digo: “Mira, allá va Letty”.
La interpretación de Angélica Vale fue calificada de caricatura. ¿Qué piensa al respecto?
- Cada actor es responsable de cómo lleva a cabo su personaje, pero también estamos un poco sujetos a una dirección y a lo que nos pide la empresa televisora. Cuando comenzaron a alargar la telenovela por situaciones absurdas y medio tontas, no sé cómo lo tomó Angélica, pero a mí, en lo particular, me pareció que los personajes se volvieron insoportables en una historia sin sustento. Lo que sí intenté hacer como actor, aunque nos pusieran situaciones absurdas e ilógicas, fue defender a capa y espada la integridad de mi personaje.
Se corrieron muchos rumores sobre los roces entre los compañeros de trabajo. ¿Fue cierto?
- Estábamos cansados realmente. Una novela tiene, en promedio, 100 personajes y todo el mundo se reparte el trabajo, pero La fea más bella tenía sólo 22 personajes, por tanto, la responsabilidad estaba desequilibrada, y más aún cuando éramos Angélica y yo los responsables en un 70% de lo que salía en pantalla. Nos triplicábamos el trabajo de cualquier protagonista. Creo que no era para menos esa situación de tensión después de estar más de un año, de lunes a sábado, de 9:00 am a 11:00 pm, con un trabajo esclavizante, donde no teníamos ninguna flexibilidad, ni para vacacionar. En Navidad trabajamos el 24 de diciembre hasta las 5:00 pm y regresábamos a los estudios el 26 hasta el 31 de diciembre y regresábamos nuevamente el 2 de enero. Entonces no era que los compañeros resultaran antipáticos. Estábamos hartos de tanta esclavitud.
¿La fea más bella le sumó un éxito importante a su carrera?
- Sí. Tengo que ser honesto y decir que fue un “par de aguas”. Soy yo antes y después de “la fea”, pero también es cierto que tengo 20 años de carrera que no han pasado en vano, ni tampoco han sido desperdiciados. Antes de la novela tenía una Diosa de plata y un Ariel, dos premios muy importantes del cine en México. Ya había logrado ser el primer mexicano en ir a un musical original de Broadway. Tenía logros importantes gracias a Dios, pero no era un éxito tan masivo como éste.
Algunas revistas publicaron fotografías de sus desnudos.
- No he posado desnudo para ninguna revista. He estado desnudo sólo en la portada de la revista Quién, sobre un reportaje de los 12 hombres más sexys de México. Las fotos fueron idea mía porque estaba yendo al gimnasio y me sentía muy bien físicamente. Yo no vivo del físico obviamente, pero me dije qué va a pasar el día de mañana cuando cumpla más años, que esté un poco más viejo, pues no voy a tener un registro de lo bien que me sentía de joven. Yo mismo contraté un fotógrafo y me hice exactamente tres fotos y se las suministré a la revista. No hubo nada de photoshop.
¿Apuesta por el llamado desnudo artístico?
- Todavía no he entendido qué quiere decir un “desnudo artístico”. Yo como actor leo un guión, estudio la historia, estudio el personaje y si hay una escena donde debo salir desnudo, como lo hice en la película Zapata, donde aparezco haciéndole el amor a dos indias en un granero, no le voy a decir al director qué tan artística será esa escena. Se hace porque se requiere. Yo no apuesto por ningún desnudo artístico. Los desnudos son desnudos y punto.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con la venezolana Gabriela Vergara?
- Muy bien. “Gaby” es una mujer bellísima, un gran ser humano, una buena actriz, nunca llegó tarde a un llamado, nunca dejó parado un set, siempre muy profesional, muy a tiempo, fue muy padre. Nos reíamos a cada momento durante el rodaje de la comedia romántica A propósito de Alexa.
¿Y con Angélica Vale?
- Genial. Angélica es una gran amiga. A la gente de repente les gusta tanto un proyecto que se quiere creer la historia de amor. No hubo una historia de amor entre nosotros, ni la habrá. A lo mejor la química que hubo en pantalla es producto de esa amistad. Es una gran profesional y muy talentosa.
Hasta hace poco era uno de los solteros más codiciados. ¿Cómo lo amarraron?
- No, fíjate que ya me volvieron a soltar. Terminé con mi novia hace dos semanas. Sin embargo, yo sigo creyendo en el matrimonio y creo en la familia, porque así me educaron mis padres, pero con Ilithya Manzanilla (también actriz) ya no será posible.
La televisión mexicana se ha dedicado a comprar guiones de dramáticos colombianos. ¿Tienen el mismo mérito?
- Pues a veces sí y a veces hasta más. Nos pasó a nosotros. A veces, no tanto, como le pasó a Juan querendón con Pedro El Escamoso. Siempre dicen que las segundas partes de las películas nunca son buenas y no es cierto. No es una fórmula comprobada.
Un recuerdo especial de su infancia...
- Tuve una infancia muy bonita. Mis padres me quisieron mucho. Fui un niño común y corriente que jugaba en el parque con su bicicleta. Lo especial de mi infancia es que era hijo de artista. Mi madre era cantante, ahora es una gran pintora, y yo me iba con ella a los ensayos, me desvelaba porque iba a todos sus shows y desde pequeño conocí a gente importante.
Evalúe su estatus de artista luego de 20 años de carrera.
- Me siento realizado, pleno y satisfecho con mis logros.
¿Lo afecta el ego?
- Yo tengo un chip en mi cerebro de autocensura que trata de que no se me suban a la cabeza estos rollos efímeros de estar en un proyecto de moda. Me hace comprender que es sólo un proyecto y que tiene su fin y que la fama inmediata llega hasta ahí. Soy muy ubicado, aunque la gente no lo crea.
Desde adentro
- Nombre verdadero: Jaime Federico Said Camil de Saldaña Da Gama
- Edad: 37 años. Nació el 22 de julio de 1967, en Ciudad de México.
- Signo zodiacal: Cáncer
- Trayectoria: Animador en los programas El show de Jaime Camil, Qué nochecita con Jaime Camil y Operación triunfo México. En cine actúo en: Zapata, Puños rosas, Siete días y A propósito de Alexa. El telenovelas destacó en: Mi destino eres tú, Mujer de madera y La fea más bella.
- En 1999, lanza su primer disco: Para estar contigo. Con esa producción recorrió las principales ciudades de México y EE UU. Participó en el disco Tributo a las víctimas del 9/11 (2001) y produce Una vez más.
Jaime Camil, el protagonista de “La fea más bella”, asegura que no tuvo romance con Angélica Vale
“Soy un tipo transparente”
“Defendí a capa y espada la integridad de mi personaje como Don Fernando”. “Lo especial de mi infancia es que fui hijo de artista”. “No he entendido qué quiere decir un desnudo artístico. Los desnudos son desnudos y punto”.
Texto: Jescenia Dovale
Jaime Camil no tiene pena para describirse como un hombre atractivo y simpático. Asume estas cualidades como una condición natural y hasta es capaz de dejar testimonio fotográfico de su “cuerpazo”, al desnudo, en una revista mexicana.
Es mexicano de nacimiento, aunque por sus venas corre la sangre egipcia de su padre y la brasileña de su madre. A pesar de que se ha especulado que es un actor que debe su fama a la fortuna de su familia, el año pasado logró demostrar, tajantemente en su país, que sí tiene talento. El “remake” de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, que Venevisión transmite en horario nocturno, le vino como anillo al dedo.
El actor, cantante y artista íntegro, como él mismo se describió, conversó en exclusiva, desde México, con la revista Facetas y aseguró que todavía sigue soltero.
En estos momentos piensa y se ocupa de sus proyectos, en los que se cuentan la filmación de la película A propósito de Alexa, donde compartió rol con la venezolana Gabriela Vergara.
Apuesta más por la pantalla grande y con respecto a la cinta I love Miami, donde se critica a Fidel Castro, Camil declaró en otra oportunidad que el presidente cubano “es un ser humano extraordinario. No digo que sea bueno, tampoco que sea malo, pero para unos es un dios y para otros un demonio”.
¿Sintió que la interpretación de Don Fernando marcó una diferencia con respecto al personaje Don Armando, de Yo soy Betty, la fea?
- Totalmente. Don Armando es muy diferente a Don Fernando. Incluso yo no vi jamás ningún capítulo de la telenovela colombiana. Cuando me enviaron los libretos a Nueva York para leer lo que Televisa quería hacer los revisé y me di cuenta que era un proyecto que apostaba mucho a la comedia, más que a un drama y por allí construí mi propio personaje.
¿Cómo sintió la aceptación de su interpretación en el público mexicano?
- Durante la primera semana de transmisión el personaje no tuvo la aceptación que se esperaba. La audiencia quería ver a un Don Fernando más serio, un poco más protagonista de telenovela, más galán, que no fuera tan chistosito como yo lo estaba interpretando. Mi respuesta fue: “Déjenme hacer lo que estoy haciendo por dos semanas más a ver qué pasa”. Luego, las encuestas arrojaron que se había convertido en uno de las caracterizaciones más queridas del público. A la gente le gustó mi trabajo.
¿No le afectaron para nada las típicas comparaciones?
- No. Yo creo que en mi caso no caben críticas. Lo digo por las estadísticas y porque los índices de audiencia hablan por sí solos.
Lo han calificado de seductor empedernido. ¿Lo es realmente?
- Eso lo dice la prensa que hace una historia ficticia alrededor de un personaje que no conocen. Ése es mi caso, a mí la prensa me ha envuelto en dimes, diretes, chismes y en cuestiones poco acertadas. Yo no más espero tener una cámara en frente, estar en alguna alfombra roja o en una rueda de prensa de alguno de mis proyectos, para demostrar quién soy en realidad. Claro, tampoco ando aclarando todo lo que se dice de mí.
¿Quién es usted entonces?
- Soy un hombre simpático y muy atractivo. Me siento un tipo transparente, honesto y auténtico. Soy una persona que trata de no decir mentiras en su vida, ni de atraer mujeres con falsas promesas. Creo que eso me hace un tipo muy atractivo.
¿Todo un galán de telenovela?
- No me considero un galán de novela porque se me hace una etiqueta que tiene fecha de caducidad y una condición con muchas limitantes. Yo soy actor, mi profesión es ser artista. Desafortunadamente el 95% de las personas de este medio, en Latinoamérica, se dedica a ser famoso y el 5% que queda, optamos por ser artistas. Veo con una responsabilidad bien grande tocar las fibras de los seres humanos, hacerlos llorar, reír, montarlos en una montaña rusa de emociones.
¿Alguna vez se ha enamorado de una mujer fea?
- Nunca me he enamorado de una fea.
¿Tiene un concepto sobre la fealdad?
- Es un concepto muy subjetivo. Yo creo que la fealdad o la belleza está en los ojos de quien la mira. No creo que exista alguien con una verdad absoluta para decir esto es feo o es bonito. La sociedad tiene un estigma, basado en las revistas Cosmopolitan, que nos han acostumbrado a que la belleza tiene ciertos rasgos y ciertas características.
¿Cree que en pleno siglo XXI existan mujeres como Letty?
- No. Es un poco exagerado, pero de repente sí las hay. He visto algunas y yo mismo digo: “Mira, allá va Letty”.
La interpretación de Angélica Vale fue calificada de caricatura. ¿Qué piensa al respecto?
- Cada actor es responsable de cómo lleva a cabo su personaje, pero también estamos un poco sujetos a una dirección y a lo que nos pide la empresa televisora. Cuando comenzaron a alargar la telenovela por situaciones absurdas y medio tontas, no sé cómo lo tomó Angélica, pero a mí, en lo particular, me pareció que los personajes se volvieron insoportables en una historia sin sustento. Lo que sí intenté hacer como actor, aunque nos pusieran situaciones absurdas e ilógicas, fue defender a capa y espada la integridad de mi personaje.
Se corrieron muchos rumores sobre los roces entre los compañeros de trabajo. ¿Fue cierto?
- Estábamos cansados realmente. Una novela tiene, en promedio, 100 personajes y todo el mundo se reparte el trabajo, pero La fea más bella tenía sólo 22 personajes, por tanto, la responsabilidad estaba desequilibrada, y más aún cuando éramos Angélica y yo los responsables en un 70% de lo que salía en pantalla. Nos triplicábamos el trabajo de cualquier protagonista. Creo que no era para menos esa situación de tensión después de estar más de un año, de lunes a sábado, de 9:00 am a 11:00 pm, con un trabajo esclavizante, donde no teníamos ninguna flexibilidad, ni para vacacionar. En Navidad trabajamos el 24 de diciembre hasta las 5:00 pm y regresábamos a los estudios el 26 hasta el 31 de diciembre y regresábamos nuevamente el 2 de enero. Entonces no era que los compañeros resultaran antipáticos. Estábamos hartos de tanta esclavitud.
¿La fea más bella le sumó un éxito importante a su carrera?
- Sí. Tengo que ser honesto y decir que fue un “par de aguas”. Soy yo antes y después de “la fea”, pero también es cierto que tengo 20 años de carrera que no han pasado en vano, ni tampoco han sido desperdiciados. Antes de la novela tenía una Diosa de plata y un Ariel, dos premios muy importantes del cine en México. Ya había logrado ser el primer mexicano en ir a un musical original de Broadway. Tenía logros importantes gracias a Dios, pero no era un éxito tan masivo como éste.
Algunas revistas publicaron fotografías de sus desnudos.
- No he posado desnudo para ninguna revista. He estado desnudo sólo en la portada de la revista Quién, sobre un reportaje de los 12 hombres más sexys de México. Las fotos fueron idea mía porque estaba yendo al gimnasio y me sentía muy bien físicamente. Yo no vivo del físico obviamente, pero me dije qué va a pasar el día de mañana cuando cumpla más años, que esté un poco más viejo, pues no voy a tener un registro de lo bien que me sentía de joven. Yo mismo contraté un fotógrafo y me hice exactamente tres fotos y se las suministré a la revista. No hubo nada de photoshop.
¿Apuesta por el llamado desnudo artístico?
- Todavía no he entendido qué quiere decir un “desnudo artístico”. Yo como actor leo un guión, estudio la historia, estudio el personaje y si hay una escena donde debo salir desnudo, como lo hice en la película Zapata, donde aparezco haciéndole el amor a dos indias en un granero, no le voy a decir al director qué tan artística será esa escena. Se hace porque se requiere. Yo no apuesto por ningún desnudo artístico. Los desnudos son desnudos y punto.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con la venezolana Gabriela Vergara?
- Muy bien. “Gaby” es una mujer bellísima, un gran ser humano, una buena actriz, nunca llegó tarde a un llamado, nunca dejó parado un set, siempre muy profesional, muy a tiempo, fue muy padre. Nos reíamos a cada momento durante el rodaje de la comedia romántica A propósito de Alexa.
¿Y con Angélica Vale?
- Genial. Angélica es una gran amiga. A la gente de repente les gusta tanto un proyecto que se quiere creer la historia de amor. No hubo una historia de amor entre nosotros, ni la habrá. A lo mejor la química que hubo en pantalla es producto de esa amistad. Es una gran profesional y muy talentosa.
Hasta hace poco era uno de los solteros más codiciados. ¿Cómo lo amarraron?
- No, fíjate que ya me volvieron a soltar. Terminé con mi novia hace dos semanas. Sin embargo, yo sigo creyendo en el matrimonio y creo en la familia, porque así me educaron mis padres, pero con Ilithya Manzanilla (también actriz) ya no será posible.
La televisión mexicana se ha dedicado a comprar guiones de dramáticos colombianos. ¿Tienen el mismo mérito?
- Pues a veces sí y a veces hasta más. Nos pasó a nosotros. A veces, no tanto, como le pasó a Juan querendón con Pedro El Escamoso. Siempre dicen que las segundas partes de las películas nunca son buenas y no es cierto. No es una fórmula comprobada.
Un recuerdo especial de su infancia...
- Tuve una infancia muy bonita. Mis padres me quisieron mucho. Fui un niño común y corriente que jugaba en el parque con su bicicleta. Lo especial de mi infancia es que era hijo de artista. Mi madre era cantante, ahora es una gran pintora, y yo me iba con ella a los ensayos, me desvelaba porque iba a todos sus shows y desde pequeño conocí a gente importante.
Evalúe su estatus de artista luego de 20 años de carrera.
- Me siento realizado, pleno y satisfecho con mis logros.
¿Lo afecta el ego?
- Yo tengo un chip en mi cerebro de autocensura que trata de que no se me suban a la cabeza estos rollos efímeros de estar en un proyecto de moda. Me hace comprender que es sólo un proyecto y que tiene su fin y que la fama inmediata llega hasta ahí. Soy muy ubicado, aunque la gente no lo crea.
Desde adentro
- Nombre verdadero: Jaime Federico Said Camil de Saldaña Da Gama
- Edad: 37 años. Nació el 22 de julio de 1967, en Ciudad de México.
- Signo zodiacal: Cáncer
- Trayectoria: Animador en los programas El show de Jaime Camil, Qué nochecita con Jaime Camil y Operación triunfo México. En cine actúo en: Zapata, Puños rosas, Siete días y A propósito de Alexa. El telenovelas destacó en: Mi destino eres tú, Mujer de madera y La fea más bella.
- En 1999, lanza su primer disco: Para estar contigo. Con esa producción recorrió las principales ciudades de México y EE UU. Participó en el disco Tributo a las víctimas del 9/11 (2001) y produce Una vez más.