Post by Club Fans Jaime Camil España on Mar 31, 2008 15:53:35 GMT 1
Que nadie se me sulfure,jajaja Parece que estos críticos están un "poco" cansados de ver tanta TV.
Aquí las opiniones acerca de las Tontas:
Periódico La Razón
De tonta, ni un pelo
Marcos MORALES
Cadena: Antena 3
Programa: «Las tontas no van al...»
Hora: 16:00
Dicen los expertos en culebrones que no pasa nada por perderte un capítulo, porque a la semana siguiente las tramas varían más bien poco. Pues bien, yo me debí perder el capítulo primordial para seguir el hilo de «Las tontas no van al cielo», porque ayer me costó enterarme de por dónde iban los tiros con tanto «flashback». Y no será por la promoción que le ha hecho la privada, que ha emitido especiales y anuncios a mansalva. El argumento era un poco confuso, pero estoy seguro de que irá a más, como también pasa en este tipo de productos. La verdad es que tiene razón la cadena cuando lo vendía como una telenovela de «nueva generación». Es cierto que tiene un rollito juvenil e incluso, a veces, hasta infantil que lo aleja del típico serial casposo de importación. Lo que no cambia son los bellezones -algunos a golpe de bisturí, lo que le quita un poco de mérito al asunto- que suelen salir en estos seriales, sobre todo en los mexicanos como es el caso. En éste, además, la «prota» participó en Miss Universo representando al susodicho país y la verdad es que no nos extraña. Jacqueline Bracamontes -la tonta en cuestión, aunque de ello no tenga ni un pelo- ya nos dejó impactados con su papel de ingenua cojita en «Rubí». Aquí sigue siendo la buena -no la veo yo haciendo de mala- y su papel tiene pinta de ser igual de entrañable.
Periódico el Mundo:
BANDERILLAS NEGRAS. LAS TONTAS NO VAN AL CIELO.
Va a parecer que tengo algo personal o unos tremendos prejuicios a la hora de valorar los productos dramáticos –nunca mejor dicho- que nos llegan de la otra orilla atlántica. Y a lo mejor va ser así, fíjate.
A lo mejor es que estoy harto de que me hagan trampas en cada plano y cada diálogo. De que con tanto abrazo, arrumaco y besuqueo eso parezca más una 'fondue' que una serie televisiva. De que siempre aparezcan parientes desconocidos por todas partes. De no saber si los actores alcanzan más excelencia como modelos de pasarela o como pasmarotes. De que cuando uno menos se lo espera, le metan un órgano –musical, se entiende- por el oído. De que oculten la depauperada realidad de buena parte de su población y no tengan un mínimo sentido crítico.
Jacqueline Bracacamontes en 'Las tontas no van al Cielo'. (Foto: El Mundo).
Estoy harto de que la luz lo convierta todo en cartón piedra. Del dulce maquillaje femenino, con el que podría repintarse un portaviones. Del padre anciano y riguroso que siempre anda tocando las narices. Del malvado que seduce a todas las bellas. De la celosa que convierte en cenizas cuanto la rodea. De la mucama sentenciosa, insolente y confianzuda. De los niños y niñas adorables que ponen su más repelente cara de inocencia al preguntar lo más inconveniente. Del excremento de perro que se restregaron mutuamente dos actores, gracias al cual se acabarán haciendo amantes. De los decorados pomposos y horteras. De los gestos de preocupación angustiosa que a cada segundo ponen las matriarcas. De…
Sí, estoy tan hastiado, tan aburrido de estos productos infumables que sospecho que si las tontas no van al cielo es porque están todas viendo este culebrón y le han dicho a la parca que aguarde hasta el último capítulo.
Aquí las opiniones acerca de las Tontas:
Periódico La Razón
De tonta, ni un pelo
Marcos MORALES
Cadena: Antena 3
Programa: «Las tontas no van al...»
Hora: 16:00
Dicen los expertos en culebrones que no pasa nada por perderte un capítulo, porque a la semana siguiente las tramas varían más bien poco. Pues bien, yo me debí perder el capítulo primordial para seguir el hilo de «Las tontas no van al cielo», porque ayer me costó enterarme de por dónde iban los tiros con tanto «flashback». Y no será por la promoción que le ha hecho la privada, que ha emitido especiales y anuncios a mansalva. El argumento era un poco confuso, pero estoy seguro de que irá a más, como también pasa en este tipo de productos. La verdad es que tiene razón la cadena cuando lo vendía como una telenovela de «nueva generación». Es cierto que tiene un rollito juvenil e incluso, a veces, hasta infantil que lo aleja del típico serial casposo de importación. Lo que no cambia son los bellezones -algunos a golpe de bisturí, lo que le quita un poco de mérito al asunto- que suelen salir en estos seriales, sobre todo en los mexicanos como es el caso. En éste, además, la «prota» participó en Miss Universo representando al susodicho país y la verdad es que no nos extraña. Jacqueline Bracamontes -la tonta en cuestión, aunque de ello no tenga ni un pelo- ya nos dejó impactados con su papel de ingenua cojita en «Rubí». Aquí sigue siendo la buena -no la veo yo haciendo de mala- y su papel tiene pinta de ser igual de entrañable.
Periódico el Mundo:
BANDERILLAS NEGRAS. LAS TONTAS NO VAN AL CIELO.
Va a parecer que tengo algo personal o unos tremendos prejuicios a la hora de valorar los productos dramáticos –nunca mejor dicho- que nos llegan de la otra orilla atlántica. Y a lo mejor va ser así, fíjate.
A lo mejor es que estoy harto de que me hagan trampas en cada plano y cada diálogo. De que con tanto abrazo, arrumaco y besuqueo eso parezca más una 'fondue' que una serie televisiva. De que siempre aparezcan parientes desconocidos por todas partes. De no saber si los actores alcanzan más excelencia como modelos de pasarela o como pasmarotes. De que cuando uno menos se lo espera, le metan un órgano –musical, se entiende- por el oído. De que oculten la depauperada realidad de buena parte de su población y no tengan un mínimo sentido crítico.
Jacqueline Bracacamontes en 'Las tontas no van al Cielo'. (Foto: El Mundo).
Estoy harto de que la luz lo convierta todo en cartón piedra. Del dulce maquillaje femenino, con el que podría repintarse un portaviones. Del padre anciano y riguroso que siempre anda tocando las narices. Del malvado que seduce a todas las bellas. De la celosa que convierte en cenizas cuanto la rodea. De la mucama sentenciosa, insolente y confianzuda. De los niños y niñas adorables que ponen su más repelente cara de inocencia al preguntar lo más inconveniente. Del excremento de perro que se restregaron mutuamente dos actores, gracias al cual se acabarán haciendo amantes. De los decorados pomposos y horteras. De los gestos de preocupación angustiosa que a cada segundo ponen las matriarcas. De…
Sí, estoy tan hastiado, tan aburrido de estos productos infumables que sospecho que si las tontas no van al cielo es porque están todas viendo este culebrón y le han dicho a la parca que aguarde hasta el último capítulo.