Post by Club Fans Jaime Camil España on Feb 14, 2007 22:58:00 GMT 1
Lo prometido es deuda: aquí va el relato que os prometí para San Valentín de regalo a nuestro jefecillo...espero que os guste.
Amaneció como un día cualquiera para Leticia Padilla Solís...pero no lo era. El calendario marcaba el 14 de febrero, San Valentín, y esperaba pasar una feliz velada romántica con Aldo Domenzaín -sí, el del acento en la "í"..., planeando su boda. Sonó el celular de Lety, y como no, era su amado Aldo.
- ¿estás preparada para la cena de esta noche, Leticia?
- sí, mi amor... ¿y cuál es la sorpresa?
- no, no...señorita, usted esperará hasta la noche como niña buena...
Aldo dejó a Lety flotando en su nube particular. Mientras, Fernando escuchaba la conversación y una lágrima traicionera asomaba en sus ojos. Ya la perdí -pensó.
Esos días habían estado pasando cosas raras en "Conceptos". A medida que se acercaba "San Valentín", el amor desaparecía del ambiente en vez de aumentar...Tomás apenas prestaba atención a "su chica" y discutían todo el tiempo, Fer pensaba más en Aurora que en Lety, y Simon y Paula María casi ni hablaban. En mitad de sus delirios, Fernando pensó en lo raro que era todo aquello y decidió ponerse a investigar: - este es un caso para el Agente Inocencio, "Corazón,corazón...". Si me transformo en él, quizás pueda averiguar qué es lo que está pasando...Pero no puedo hacerlo sólo. Necesito de la colaboración de mis agentes especiales: Pituca y Petaca.
Definitivamente, a Fer-Inocencio le estaba afectando algo la mente: ya no distinguía realidad ni ficción y mezclaba sentimientos con la misma facilidad con la que Marta se comía un menú completo de "La Comidilla". No obstante, nuestro estimado ex Presidente se transformó en Inocencio y se dispuso a seguir a su sospechoso más evidente: Aldo Domenzaín. Analizándolo fríamente, era fácil sospechar de Aldo, pues tanta aparente perfección era sofocante. Además, ya que él no se ahogaba en el mar por sus propios medios... Fer se moría de ganas de echarle una ayudadita.
Mientras, en el apartamento de Aldo...este se encontraba en la cocina...en plenas funciones de "fritangüero". -Ya falta menos para que mi plan se complete, con mi fórmula de "El Sabor de la Ira" voy a hacer que todos borren de sus corazones el amor y que Fernando y Lety se olviden de que una vez se amaron.
Tal y como habréis comprobado, la supuesta bondad de Aldo era más falsa que el tinte de Lichita. Y los últimos acontecimientos le habían afectado los nervios más de la cuenta. Definitivamente, los efectos de la caída de cuando era chiquito se habían revelado en todo su esplendor...nació idiota, pero con el tiempo se nos volvió demasiado listo. Aldo se creía el redentor que salvaría a Conceptos de las garras de Fernando Mendiola...si ya lo pensábamos, tanta fritanga ralentiza el cerebro y no llega ni al nivel de procesamiento de Omar Carvajal.
Aprovechando la llegada a Conceptos de nuestro "Antihéroe", el Doctor Desamor-Aldo, éste se había hecho con el control de la nueva campaña de Herbalife y lanzó con ellos un nuevo producto...siempre intentando quedar como angelito delante de todo el mundo, el muy "mensolín". Las gotas naturales que había ideado debían ayudar a las mujeres a perder peso felizmente con los consejos de sus libros de "El Sabor de la Vida". Pero claro, el Doctor Desamor había introducido en la fórmula natural unas variaciones con su brebaje el "Sabor de la ira" y a la vez que perdían peso... también perdían la alegría, el amor y la felicidad. Y eso en un mundo donde más de la mitad de la población es mujer y quiere adelgazar...puede llegar a ser bien peligroso y generar una mala vibra capaz de provocar el fin del universo conocido.
En los últimos días, Lety había estado bebiendo agua mezclada con las nuevas gotas naturales de Herbalife "made in Aldo"...y pues, como Fer hasta respira del mismo aire que ella deshecha, él también bebió del agua de su botella. El resultado no se estaba haciendo esperar...poco a poco, Lety y Fer vivían cada vez más inmersos en sus personajes de Inocencio y Aurora.
Lety terminó de arreglarse para su cita con Aldo - o de "desarreglarse", ironías de la vida...para que él no notara su belleza, y se fue andando hasta el restaurante donde habían quedado. Necesitaba desahogarse y pensar. No sabía bien el por qué, pero últimamente cada vez pensaba más en Inocencio-Fer y eso la atormentaba. -No puede ser, no puede ser...Leticia Padilla Solís, debes quitártelo de la cabeza...y que Aurora se lo quite de la cabeza también. Ahora resulta, que lo que había conseguido la fórmula de Domensolín era que todo el mundo perdiera el amor...menos Inocencio y Aurora, que morían el uno por el otro. Definitivamente, PesAldo debe tener varios karmas por quemar en esta vida...porque no hay forma de que le salga algo bien.
Inocencio esperó a Aldo a la salida de su casa y lo siguió hasta el restaurante donde debía cenar con su amada...por el camino, no dejaba de pensar en Aurora-Lety. -Dios mío, ¿me estaré volviendo loco? Veo a Lety y se me hace que es Aurora.
¡Qué cosas pueden provocar las drogas, aunque sean naturales! Mira que "iluminar" la mente de Inocencio...las gotas de Aldo le hacían percibir que Lety era Aurora, como si tuviera el poder de Rayos X de Supermán. Menos mal que entre suspiro y suspiro por Aurora, Inocencio dejó a sus agentes españolas Pituca y Petaca registrando el apartamento del fritangüero...y cómo no...tardaron poco en encontrar los frascos que contenían "El Sabor de la Ira". Enseguida se dieron cuenta que debían investigar su contenido, pues desprendían un olor muy especial...como a fritanga mezclada con cloroformo. Inconfundible. Esto sólo podía ser obra del Doctor Desamor.
Y en pocos minutos ya estaban Pituca y Petaca analizando en un laboratorio la composición de "El sabor de la Ira"...siguiendo los procedimientos de CSI que habían visto en televisión. Por fín, tantas horas hipnotizadas frente al televisor habían servido para algo: en unos pocos minutos dieron con los componentes de la fórmula fritangüera y descubrieron que contenían un potente hipnótico capaz de hacer perder la voluntad. Evidentemente, decidieron llamar al celular de su jefe para darle el aviso...
Mientras, Inocencio entró al restaurante escondido tras uno de los camareros, para que PesAldo y Lety-Aurora no lo cacharan. Tras un momento de indecisión al quedarse mirando a Lety-Aurora, se escondió tras la puerta del baño del restaurante para poder espiar sin ser visto. De repente, sonó su celular: eran Pituca y Petaca que le informaban de sus hallazgos. ¡Ayyyyyyy!- Inocencio-Fer lanzó tremendo gritó al ser golpeado por la puerta del baño...Mientras platicaba con sus agentes, no se había percatado que Lety-Aurora se dirigía directamente hacia él. Se quedaron mirando a los ojos unos segundos en los que el tiempo se detuvo...al menos para ellos, porque los demás seguíamos envejeciendo al mismo ritmo de siempre. Sólo alcanzaron a decir:
- Aurora...
- Inocencio...
Y se fundieron en un apasionado beso que les hizo olvidar dónde estaban...y que el fritanguero más grande de todos los tiempos seguía esperando a Lety en la mesa. En vista de la tardanza, nuestro "Mareador" más odiado se acercó a la puerta del baño y cachó a los enamorados clandestinos en pleno beso, los veía perfectamente enmarcaditos a través del cristal de la puerta. - ¿Pero qué es esto? ¿No funcionó mi fórmula?...Por lo visto, además de sus múltiples defectos, Aldo había añadido el de la comprensión lenta. Estaba bien claro que su plan había fallado...cuando la primera y última neurona de su cerebro hubo procesado la información, se desmayó. Tranquilos... no,...no estaba embarazado, sólo eran consecuencias del "shock". El golpe seco de Aldo al caer al suelo, devolvió a la realidad a nuestros protagonistas. Inocencio-Fer le platicó rápidamente a Lety-Aurora los planes de Aldo y a nuestra amiga le cayó la venda de los ojos...Pesaldo se había rebelado como un tiburón camuflado en la apariencia de un delfín - utilizando un símil made in Domensolín- y Lety se convenció en aquel preciso instante que el único y verdadero amor de su vida era Fernando Mendiola.
Después de dar aviso a las autoridades y recibir sendos antídotos contra la fórmula, Fernando y Lety...fueron a retomar su amor...el que una ola en Acapulco se robó. Se miraron como el primer día en que se dieron cuenta que se amaban...sus almas se habían hechado de menos..y sus cuerpos también. Para que contar nada más, si ya sabemos el final de esta historia...feliz sin duda, como corresponde al día de San Valentín.
Amaneció como un día cualquiera para Leticia Padilla Solís...pero no lo era. El calendario marcaba el 14 de febrero, San Valentín, y esperaba pasar una feliz velada romántica con Aldo Domenzaín -sí, el del acento en la "í"..., planeando su boda. Sonó el celular de Lety, y como no, era su amado Aldo.
- ¿estás preparada para la cena de esta noche, Leticia?
- sí, mi amor... ¿y cuál es la sorpresa?
- no, no...señorita, usted esperará hasta la noche como niña buena...
Aldo dejó a Lety flotando en su nube particular. Mientras, Fernando escuchaba la conversación y una lágrima traicionera asomaba en sus ojos. Ya la perdí -pensó.
Esos días habían estado pasando cosas raras en "Conceptos". A medida que se acercaba "San Valentín", el amor desaparecía del ambiente en vez de aumentar...Tomás apenas prestaba atención a "su chica" y discutían todo el tiempo, Fer pensaba más en Aurora que en Lety, y Simon y Paula María casi ni hablaban. En mitad de sus delirios, Fernando pensó en lo raro que era todo aquello y decidió ponerse a investigar: - este es un caso para el Agente Inocencio, "Corazón,corazón...". Si me transformo en él, quizás pueda averiguar qué es lo que está pasando...Pero no puedo hacerlo sólo. Necesito de la colaboración de mis agentes especiales: Pituca y Petaca.
Definitivamente, a Fer-Inocencio le estaba afectando algo la mente: ya no distinguía realidad ni ficción y mezclaba sentimientos con la misma facilidad con la que Marta se comía un menú completo de "La Comidilla". No obstante, nuestro estimado ex Presidente se transformó en Inocencio y se dispuso a seguir a su sospechoso más evidente: Aldo Domenzaín. Analizándolo fríamente, era fácil sospechar de Aldo, pues tanta aparente perfección era sofocante. Además, ya que él no se ahogaba en el mar por sus propios medios... Fer se moría de ganas de echarle una ayudadita.
Mientras, en el apartamento de Aldo...este se encontraba en la cocina...en plenas funciones de "fritangüero". -Ya falta menos para que mi plan se complete, con mi fórmula de "El Sabor de la Ira" voy a hacer que todos borren de sus corazones el amor y que Fernando y Lety se olviden de que una vez se amaron.
Tal y como habréis comprobado, la supuesta bondad de Aldo era más falsa que el tinte de Lichita. Y los últimos acontecimientos le habían afectado los nervios más de la cuenta. Definitivamente, los efectos de la caída de cuando era chiquito se habían revelado en todo su esplendor...nació idiota, pero con el tiempo se nos volvió demasiado listo. Aldo se creía el redentor que salvaría a Conceptos de las garras de Fernando Mendiola...si ya lo pensábamos, tanta fritanga ralentiza el cerebro y no llega ni al nivel de procesamiento de Omar Carvajal.
Aprovechando la llegada a Conceptos de nuestro "Antihéroe", el Doctor Desamor-Aldo, éste se había hecho con el control de la nueva campaña de Herbalife y lanzó con ellos un nuevo producto...siempre intentando quedar como angelito delante de todo el mundo, el muy "mensolín". Las gotas naturales que había ideado debían ayudar a las mujeres a perder peso felizmente con los consejos de sus libros de "El Sabor de la Vida". Pero claro, el Doctor Desamor había introducido en la fórmula natural unas variaciones con su brebaje el "Sabor de la ira" y a la vez que perdían peso... también perdían la alegría, el amor y la felicidad. Y eso en un mundo donde más de la mitad de la población es mujer y quiere adelgazar...puede llegar a ser bien peligroso y generar una mala vibra capaz de provocar el fin del universo conocido.
En los últimos días, Lety había estado bebiendo agua mezclada con las nuevas gotas naturales de Herbalife "made in Aldo"...y pues, como Fer hasta respira del mismo aire que ella deshecha, él también bebió del agua de su botella. El resultado no se estaba haciendo esperar...poco a poco, Lety y Fer vivían cada vez más inmersos en sus personajes de Inocencio y Aurora.
Lety terminó de arreglarse para su cita con Aldo - o de "desarreglarse", ironías de la vida...para que él no notara su belleza, y se fue andando hasta el restaurante donde habían quedado. Necesitaba desahogarse y pensar. No sabía bien el por qué, pero últimamente cada vez pensaba más en Inocencio-Fer y eso la atormentaba. -No puede ser, no puede ser...Leticia Padilla Solís, debes quitártelo de la cabeza...y que Aurora se lo quite de la cabeza también. Ahora resulta, que lo que había conseguido la fórmula de Domensolín era que todo el mundo perdiera el amor...menos Inocencio y Aurora, que morían el uno por el otro. Definitivamente, PesAldo debe tener varios karmas por quemar en esta vida...porque no hay forma de que le salga algo bien.
Inocencio esperó a Aldo a la salida de su casa y lo siguió hasta el restaurante donde debía cenar con su amada...por el camino, no dejaba de pensar en Aurora-Lety. -Dios mío, ¿me estaré volviendo loco? Veo a Lety y se me hace que es Aurora.
¡Qué cosas pueden provocar las drogas, aunque sean naturales! Mira que "iluminar" la mente de Inocencio...las gotas de Aldo le hacían percibir que Lety era Aurora, como si tuviera el poder de Rayos X de Supermán. Menos mal que entre suspiro y suspiro por Aurora, Inocencio dejó a sus agentes españolas Pituca y Petaca registrando el apartamento del fritangüero...y cómo no...tardaron poco en encontrar los frascos que contenían "El Sabor de la Ira". Enseguida se dieron cuenta que debían investigar su contenido, pues desprendían un olor muy especial...como a fritanga mezclada con cloroformo. Inconfundible. Esto sólo podía ser obra del Doctor Desamor.
Y en pocos minutos ya estaban Pituca y Petaca analizando en un laboratorio la composición de "El sabor de la Ira"...siguiendo los procedimientos de CSI que habían visto en televisión. Por fín, tantas horas hipnotizadas frente al televisor habían servido para algo: en unos pocos minutos dieron con los componentes de la fórmula fritangüera y descubrieron que contenían un potente hipnótico capaz de hacer perder la voluntad. Evidentemente, decidieron llamar al celular de su jefe para darle el aviso...
Mientras, Inocencio entró al restaurante escondido tras uno de los camareros, para que PesAldo y Lety-Aurora no lo cacharan. Tras un momento de indecisión al quedarse mirando a Lety-Aurora, se escondió tras la puerta del baño del restaurante para poder espiar sin ser visto. De repente, sonó su celular: eran Pituca y Petaca que le informaban de sus hallazgos. ¡Ayyyyyyy!- Inocencio-Fer lanzó tremendo gritó al ser golpeado por la puerta del baño...Mientras platicaba con sus agentes, no se había percatado que Lety-Aurora se dirigía directamente hacia él. Se quedaron mirando a los ojos unos segundos en los que el tiempo se detuvo...al menos para ellos, porque los demás seguíamos envejeciendo al mismo ritmo de siempre. Sólo alcanzaron a decir:
- Aurora...
- Inocencio...
Y se fundieron en un apasionado beso que les hizo olvidar dónde estaban...y que el fritanguero más grande de todos los tiempos seguía esperando a Lety en la mesa. En vista de la tardanza, nuestro "Mareador" más odiado se acercó a la puerta del baño y cachó a los enamorados clandestinos en pleno beso, los veía perfectamente enmarcaditos a través del cristal de la puerta. - ¿Pero qué es esto? ¿No funcionó mi fórmula?...Por lo visto, además de sus múltiples defectos, Aldo había añadido el de la comprensión lenta. Estaba bien claro que su plan había fallado...cuando la primera y última neurona de su cerebro hubo procesado la información, se desmayó. Tranquilos... no,...no estaba embarazado, sólo eran consecuencias del "shock". El golpe seco de Aldo al caer al suelo, devolvió a la realidad a nuestros protagonistas. Inocencio-Fer le platicó rápidamente a Lety-Aurora los planes de Aldo y a nuestra amiga le cayó la venda de los ojos...Pesaldo se había rebelado como un tiburón camuflado en la apariencia de un delfín - utilizando un símil made in Domensolín- y Lety se convenció en aquel preciso instante que el único y verdadero amor de su vida era Fernando Mendiola.
Después de dar aviso a las autoridades y recibir sendos antídotos contra la fórmula, Fernando y Lety...fueron a retomar su amor...el que una ola en Acapulco se robó. Se miraron como el primer día en que se dieron cuenta que se amaban...sus almas se habían hechado de menos..y sus cuerpos también. Para que contar nada más, si ya sabemos el final de esta historia...feliz sin duda, como corresponde al día de San Valentín.